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CiU aún no apoya pero espera hacerlo

Por primera vez desde que entró en la Cámara, en agosto del año pasado, todos los grupos se sentaron ayer en una mesa a discutir la ley de memoria histórica. Lo único que se votó es si se aprobaba llevar el texto propuesto por el PSOE a la Comisión Constitucional, convocada para el día 17. La ley sería aprobada definitivamente en un pleno el día 31. El PP votó en contra y se quejó de que ni siquiera había podido leer el texto. ERC se abstuvo. Ambos se oponen a la ley. CiU no quiso votar y los demás votaron a favor.

Josep Sánchez Llibre, de CiU, explicó que su grupo "no se opone a que el texto sea debatido pero hoy por hoy no ha cerrado un acuerdo sobre el contenido". Sánchez Llibre habló de lo que han logrado incorporar y dijo que hay discrepancias, pero no pudo siquiera detallar una.

Los dos logros fundamentales de CiU en la negociación, tan relevantes que el PSOE no entiende por qué no dan aún el sí definitivo, consisten en la incorporación a todos los artículos que hablan de la represión de los "motivos religiosos" como causa, y de los "jurados" como órganos represores.

Con estos dos añadidos fundamentales, CiU ha logrado, según Sánchez Llibre, "que se reconozca la represión a la tercera España, personas republicanas represaliadas por descontrolados por sus creencias religiosas o su estatus social, a las que nunca reivindicó el franquismo ni la izquierda española".

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