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La dirección de ERC rechaza renegociar el pacto de Gobierno como exigen los críticos

La ponencia oficial de la Conferencia Nacional de mañana incorpora 436 de las 458 enmiendas

Enric Company

Hay algunas líneas rojas que la dirección de Esquerra Republicana (ERC) no está dispuesta a traspasar en los debates de la Conferencia Nacional que celebrará mañana en Barcelona para decidir la estrategia del partido en los próximos años. Una de ellas es la pretensìón de las plataformas de la oposición interna de renegociar el acuerdo de gobierno de las izquierdas, denominado Entesa Nacional pel Progrés. La ponencia oficial ha incorporado 436 de las 458 enmiendas presentadas. Pero entre las rechazadas están las que reclaman la renegociación del pacto de gobierno.

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En los últimos días se ha registrado una intensa actividad negociadora entre los responsables de la ponencia oficial, que encabeza el portavoz Joan Ridao, y los afiliados que han presentado enmiendas. El resultado de esta actividad ha sido que la ponencia ha casi duplicado su extensión. Ocupaba 11 folios y ahora tiene 18.

Ridao informó ayer de que sólo han quedado 22 enmiendas vivas para debatir en la conferencia. Que sean pocas no significa que sean irrelevantes. Al revés. Lo que queda por discutir son, precisamente, los principales asuntos, aquellos en los que la dirección rechaza traspasar las líneas rojas que a su entender salvaguardan la coherencia de la acción del partido.

Son cuatro. La más importante se refiere al Pacto de Entesa firmado por ERC con el PSC e ICV para formar el actual Gobierno de la Generalitat. Las plataformas opositoras pretenden renegociarlo para acelerar el camino hacia la independencia. La dirección cree que, de aceptar esta propuesta en el primer año de la legislatura, arruinaría la no muy sólida credibilidad de Esquerra como socio de gobierno.

Relacionada con esta línea roja hay otra que rechaza convertir ERC en un partido dedicado principalmente a la movilización, en detrimento de su condición de partido con voluntad de gobierno.

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La tercera línea roja es la que rechaza dar prioridad al "eje nacional" por encima del "eje social". Es una distinción que la dirección quiere evitar a todas costa, pues implicaría una deriva ideológica contraria a la que considera característica del partido.

La otra línea se refiere al modelo de partido. Una de las plataformas de oposición interna quiere introducir la incompatibilidad entre ocupar cargos en el Gobierno catalán y en la dirección del partido. Tras esta propuesta se debate, en realidad, una estricta pugna por el poder en el partido. Pero este asunto se deja para el congreso, previsto para dentro de un año. "Este debate es extemporáneo" sentenció ayer Ridao.

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