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Nueva etapa en Francia

Enfrentamientos entre los que protestan y los que van a clase

La protesta se extiende a las universidades, donde los enfrentamientos entre quienes pretenden bloquearlas y los que reclaman su derecho a acudir a clase amenazan con adquirir tintes dramáticos. Casi un tercio de las universidades francesas estaban ayer afectadas, de una manera u otra, por la protesta y 10 permanecían bloqueadas contra la ley de reforma de la enseñanza superior de la ministra Valerie Pécresse, aprobada el pasado mes de agosto, y que otorga a los centros universitarios una mayor autonomía en la gestión del presupuesto y los recursos humanos y vínculos más estrechos con empresas.

El principal sindicato de estudiantes, la UNEF, que negoció la ley, se ha desmarcado de los bloqueos aunque apoye las reivindicaciones de los transportistas. Pero los repetidos intentos de bloqueo de las facultades, en muchos casos por la violencia, de grupos de estudiantes radicales, muestra a las claras que se trata del aporte de la extrema izquierda a la huelga de transportes.

Ayer por la mañana, en la emblemática Universidad de Nanterre, a las afueras de París, la policía antidisturbios cargó contra un grupo de unos 200 estudiantes que, con palos y barras de hierro, intentaban bloquear la entrada a la Facultad de Derecho a quienes querían ir a clase. Una asamblea había votado el bloqueo la noche anterior, pero quienes querían entrar le negaban representatividad, diciendo que entre los presentes no había casi alumnos del centro.

Bloqueos en los centros

El movimiento asambleario que se adueñó de las facultades la semana pasada está siendo ahora contestado por los estudiantes que exigen que los bloqueos se decidan por medio de voto secreto en las urnas. La Coordinadora Nacional contra la Ley de Autonomía Universitaria, que articula las asambleas, afirmó que asistieron 17.000 alumnos, y aseguró que en todas las asambleas se había votado mayoritariamente el bloqueo.

Ayer, sin embargo, en la Universidad de Rennes, en la que el lunes se había votado en las urnas contra el cierre del centro, un centenar de estudiantes armados con palos y barras de hierro impidió la entrada en las facultades. El rector se negó a llamar a la policía y para evitar enfrentamientos ordenó el "cierre administrativo" del centro.La ministra Pécresse defendió ayer la ley asegurando que no supone "ninguna privatización".

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