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Crítica:EL LIBRO DE LA SEMANA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Una guerra sin fin

Guillermo Altares

El gran reportero estadounidense Michael Herr escribió sobre Vietnam: "Allí no había ningún país, sólo una guerra". Algo muy parecido se puede decir sobre Afganistán: desde la invasión de las tropas soviéticas, en 1979, esta tierra se ha visto envuelta en un interminable conflicto, una guerra civil que ha arrasado el país, física y moralmente. Cualquier afgano que no haya cumplido los 30 años -lo que quiere decir la inmensa mayoría de la población, ya que la esperanza de vida ronda los 45 años-, no ha conocido otra cosa que no sea muerte y desolación o el mísero y desesperanzado horizonte de los campos de refugiados.

No hay nadie en Afganistán que no tenga una historia de horror que contar y las heridas son profundas: en el territorio físico, donde no se puede salir al campo sin temor a encontrarse con una mina, una turba de bandidos o cualquier tipo de guerrilleros, y en las personas, porque tantos años de conflictos, de muertes, de violencia dejan huellas que no son nada fáciles de borrar. Basta con pensar que la Guerra Civil española se prolongó durante tres años para darse cuenta de hasta qué punto es casi imposible imaginar esa brutalidad multiplicada por 10 hasta llegar a las tres décadas seguidas de conflicto.

Mil soles espléndidos

Khaled Hosseini

Traducción de Gema Moral Bartolomé

Salamandra. Barcelona, 2007

382 páginas. 19 euros

'Mil soles espléndidos' es un emocionante relato sobre cómo la historia afecta a seres humanos concretos
Más información
Las mujeres heridas de Afganistán

El novelista Khaled Hosseini es un producto de esta historia, aunque pertenece a los que tuvieron suerte (suerte, en este contexto, significa sobrevivir): se exilió con su familia en Estados Unidos en 1980 y, tras un tiempo de penurias, logró salir adelante y licenciarse en Medicina. El éxito que consiguió con su primera novela, Cometas en el cielo, publicada poco después del 11 de septiembre, fue fulminante y se ha repetido con Mil soles espléndidos, una historia de solidaridad entre dos mujeres a lo largo de 30 años. La llegada al poder de los talibanes en 1996 abrió los ojos al mundo sobre uno de los aspectos más siniestros de la sociedad afgana, algo en lo que los caminantes del hippy trail no se habían detenido y que tampoco aparecía en fascinantes relatos sobre este país, como Los jinetes, de Joseph Kessel, que llevó al cine John Frankenheimer (una joya disponible en España en DVD, aunque bajo el horrible título castellano de Orgullo de estirpe): la situación de la mujer.

La atroz legislación que aplicaron a las mujeres estos estudiantes del Corán, que en muchos casos habían crecido entre el barro y la mugre de los campos de refugiados paquistaníes sin ninguna figura femenina en su entorno, no era más que una traducción del código tribal pastún, como explicaba muy bien Ahmed Rashid en su ya clásico Los talibán. Pero en las zonas del país donde los talibanes nunca habían puesto el pie la situación de las mujeres no era mucho mejor: vivían sometidas en un régimen de semiesclavitud, cuando no de terror constante, sin apenas salir a la calle y siempre enclaustradas en la cárcel ambulante del burka. Es una situación que la periodista noruega Åsne Seierstad narraba en El librero de Kabul y que Hosseini recrea con el mismo estilo de Cometas en el cielo, con un lenguaje claro y eficaz, sin cargar las tintas en los detalles escabrosos, pero sin ocultar la violencia que marca la vida cotidiana de Afganistán y mucho más en el caso de las mujeres.

Mil soles espléndidos relata la relación entre las dos protagonistas, Mariam, una mujer de Herat obligada a casarse con un hombre brutal cuando era todavía una niña, y Laila, la segunda esposa de este individuo, recluida también en un matrimonio en el que el amor no tiene nada que ver. En algunos momentos resulta difícil seguir avanzando en la lectura, ante la brutalidad, a veces simplemente intuida, de la escena que se avecina; pero Hosseini trata de buscar siempre una salida al lector quizás porque, en situaciones tan terribles como las que han padecido los habitantes de Afganistán, la vida muchas veces deja una puerta abierta.

En realidad, esta espléndida novela esconde tres libros: el primero es un relato de la historia reciente de Afganistán, desde los tiempos de paz anteriores a la invasión soviética de 1979 hasta la caída de los talibanes después del 11-S; el segundo es una dolorosa reflexión sobre la situación de la mujer en las sociedades islámicas, una denuncia en el mismo sentido de las que lanza la somalí Ayaan Hirsi Alí, y el tercero es un emocionante relato de seres humanos que ven cómo la historia se abalanza sobre ellos y cambia sus vidas, cómo unos acontecimientos que no pueden controlar se imponen sobre sus existencias. En un artículo reciente, Hosseini se negaba a ser pesimista sobre el futuro de su país. Pero no es fácil superar el peso de un pasado que no ha terminado. -

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Sobre la firma

Guillermo Altares
Es redactor jefe de Cultura en EL PAÍS. Ha pasado por las secciones de Internacional, Reportajes e Ideas, viajado como enviado especial a numerosos países –entre ellos Afganistán, Irak y Líbano– y formado parte del equipo de editorialistas. Es autor de ‘Una lección olvidada’, que recibió el premio al mejor ensayo de las librerías de Madrid.

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