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Acnur colaboró "a la caza del refugiado", según el relato judicial

El relato del juez Fernando Andreu llama la atención respecto a la actuación del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en teoría organismo de ayuda a las víctimas de la guerra que buscan refugio en otros países. Sin embargo, el juez narra que a partir de 1996, había en Zaire, más de un millón de refugiados ruandeses. ACNUR decidió poner en marcha un programa de repatriación forzosa, obligando a cientos de miles de personas a subir a los camiones de ACNUR. A los que se negaban, les amenazaban.

Como los miembros de ACNUR no podían llegar a todos los lugares donde estaban los refugiados, "instauró un sistema de recompensas en dinero en metálico para los zaireños: (...) 10 dólares por cada refugiado ruandés entregado. Ello conllevó que se produjera una auténtica caza del refugiado", destaca el magistrado.

En febrero de 1997, Sadako Ogata, Alta Comisaria de ACNUR acudió al campo de Tingi-Tingi, donde manifestó que no podía garantizar la sobrevivencia, ni la protección a los refugiados, ofreciendo únicamente socorro a los que aceptasen la repatriación. El 26 de febrero el campo fue destruido. Los muertos fueron incontables.

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