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El futuro de la OTAN

Bush provoca tensiones en la OTAN

Los líderes de la Alianza tratan de forjar un consenso para la ampliación al Este - El presidente de EE UU se arriesga a que sus aliados europeos le den la espalda

George W. Bush aterrizó ayer en Bucarest decidido a hacer buena su ambición de que esta cumbre de la OTAN quede como un gran legado histórico: reclamó más contribución militar de los aliados para "combatir a los terroristas en Afganistán"; insistió en que la OTAN debe admitir a los tres países balcánicos (Croacia, Albania y Macedonia) y abrir la puerta a Ucrania y Georgia, y se dijo dispuesto a hablar a corazón abierto con Vladímir Putin sobre cómo imbricar a Rusia en la defensa occidental. La realidad será menos brillante, a juzgar por las intenciones de algunos aliados: no tantas tropas como las pedidas; prometido veto griego al ingreso de Macedonia e insistente rechazo alemán a envenenar la relación con Rusia por Ucrania y Georgia.

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La guerra contra el terrorismo en Afganistán, cómo librarla de forma efectiva y ganarla, es la máxima prioridad de la OTAN y Bush insistió en ello ayer, aunque sus manifestaciones en las jornadas precedentes dan a entender que su primer objetivo es llevar a la OTAN hasta las mismas fronteras rusas, cerrar por el sur lo que él llama "el círculo de la libertad" comenzado en 2004 en el Báltico.

En una conferencia organizada por el centro de estudios German Marshall Fund, Bush presentó la campaña en Afganistán como una faceta más de "la guerra contra el terrorismo" y reclamó a los aliados un compromiso a la altura del desafío, con apoyos políticos, económicos y militares. "La amenaza terrorista es real, es mortal, y derrotar a este enemigo es la máxima prioridad de la OTAN". Para ello, los aliados no deben escatimar esfuerzos. Al igual que Estados Unidos va a enviar unos 3.500 marines de refuerzo a las tropas de la ISAF (que rondan los 47.000 y cuentan con el apoyo de otros 20.000 soldados estadounidenses de la Operación Libertad Duradera), "pedimos a los otros países que también proporcionen fuerzas suplementarias". La razón es que "si no derrotamos a los terroristas en Afganistán tendremos que enfrentarnos a ellos en nuestros propios países".

En Bucarest se oirán promesas de envío de más soldados a Afganistán, pero lejos de los 12.000 hombres que reclama el general Dan McNeill.

A pesar del hincapié castrense, la cumbre aspira a ser el hito en el que "lo que era un esfuerzo esencialmente militar comenzará a derivar hacia una estrategia más amplia, con un mayor énfasis en los esfuerzos civiles y en la afganización" del proceso, en dar más protagonismo a los propios afganos, según el secretario general aliado, Jaap de Hoop Scheffer. Ese cambio no será para mañana. "Por tiempo indeterminado la ISAF seguirá siendo indispensable", advirtió. También pidió solidaridad política a los países implicados, que se traduce en compartir la misma carga. El corolario es la eliminación de las restricciones que muchos países, entre ellos España, ponen al empleo de sus soldados.

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Bush reiteró en Bucarest su disposición a batallar a favor de Ucrania y de Georgia y de nuevo tuvo que ser Scheffer el que se pusiera realista. "Sea cual sea la decisión que tomemos, nuestro mensaje será positivo y claro" para esos países, precisó. Alemania, como Francia y otros, no afloja. "No hay ninguna razón imperiosa para envenenar más las relaciones con Rusia", declaró el ministro germano de Exteriores, Frank-Walter Steinmeir.

Bush dio por hecha "la histórica decisión de admitir a Croacia, Albania y Macedonia". El portavoz de Exteriores griego, George Koumouskos, dejó claro que se estaba acabando el tiempo para llegar a un acuerdo sobre el nombre de Macedonia y que ese caso Atenas vetará hoy el ingreso de su vecino.

Con respecto a Rusia, las espadas siguen en alto, si bien Putin acude dispuesto a conceder a la OTAN permiso de sobrevuelo y de transporte por tierra del material necesario para la guerra en Afganistán.

El presidente de EE UU, George W. Bush, pasa revista a la guardia de honor que le recibe en Constanza, junto a su homólogo rumano, Traian Basescu (izquierda).
El presidente de EE UU, George W. Bush, pasa revista a la guardia de honor que le recibe en Constanza, junto a su homólogo rumano, Traian Basescu (izquierda).REUTERS

Temas clave

- Ampliación de la OTAN a Croacia, Albania y Macedonia y toma en consideración formal del deseo de Ucrania y Georgia de ingresar en un futuro próximo.

- Definición de una estrategia (secreta) para la guerra de Afganistán.

- Mejora de las relaciones de la Alianza con Rusia.

- Mandato para que la OTAN considere en serio las amenazas del ciberespacio.

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