1.700 agentes para la naturaleza
Las funciones del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil caen, en principio, bastante lejos de los abortos. Sus 1.667 agentes tienen encomendadas la vigilancia contra incendios, la ocupación de cauces, vertidos a ríos, pesca o caza ilegal y en general cualquier denuncia en materia de medio ambiente.
En 2007, el Seprona imputó a 1.106 personas, la gran mayoría por infracciones urbanísticas (632), incendios forestales (315) y caza, pesca y tráfico de especies protegidas (148).
Que este cuerpo haya llegado a investigar a una clínica abortista es posible porque los fetos abortados son legalmente considerados como residuos. Y es ahí -no en ninguna materia sanitaria- donde sí tiene competencias el Seprona. Aunque suelen ser de otra naturaleza. En los últimos meses, el Seprona investigó la quema de residuos urbanos en una cementera gallega y ha denunciado a una empresa vallisoletana por enterrar residuos junto a una carretera entre Palencia y León.
Ésas solían ser sus funciones. Hasta que alguien decidió pasar a investigar clínicas abortistas.