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Ascó para durante tres semanas debido a la fuga radiactiva

El CSN reclama a la central que se ciña a sus pautas

"Una medida oportuna". Así valoraron ayer miembros del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) la decisión de la central de Ascó I (Tarragona) de parar durante tres semanas. El paro, directamente relacionado con la fuga radiactiva del pasado mes de noviembre y que la planta ocultó durante cuatro meses, empezará el martes y durará 21 días. Ese tiempo debe servir para solventar las diferencias de criterio entre la central y el CSN, máxima autoridad nuclear.

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Técnicos de la central explicaron que el CSN ha decidido no tolerar más "interpretaciones propias" en los procedimientos por parte de la dirección de Ascó tras el escándalo por las numerosas irregularidades en la comunicación de la fuga radiactiva y la importancia de las mismas. Pese a que el consejo aún no ha concluido el informe sobre las causas del escape, admitió que la central debe corregir los "errores operativos" de su plan de trabajo. "Han tenido desajustes internos que hay que revisar para que no vuelvan a producirse", recalcó ayer una portavoz del CSN.

En las últimas semanas Ascó I ha tenido más problemas operativos, según las notificaciones que ha enviado al consejo. Empleados de la nuclear los atribuyen a la existencia de "puntos de vista distintos" que el CSN pretende dirimir con la parada de la central, comunicada ayer a los trabajadores.

La Asociación Nuclear Ascó Vandellós (ANAV), entidad que gestiona la nuclear, propiedad de Endesa e Iberdrola, justificó la parada por cuestiones de prevención laboral. "Es la única forma de terminar la limpieza radiactiva en la central", precisó el portavoz de ANAV, Eugeni Vives. Existen zonas de la central a las que sólo puede accederse si está fría (totalmente parada), como el área de contención que va hasta la turbina. ANAV reconoció que estas exploraciones pueden hallar nuevas partículas radiactivas. "Existe la misma probabilidad que en cualquier otra zona", estimó Vives.

Estas paradas son la verdadera sanción para las eléctricas dueñas de la central, Endesa e Iberdrola. La máxima sanción que pueden recibir por ocultar la información de la fuga radiactiva es de 10 millones de euros, algo que la central gana en días (y mucho menos de lo que ganó los cuatro meses que funcionó pese a haber ocultado la fuga). En 2006, Vandellòs II (también de ANAV) sólo fue multada con 1,6 millones por ocultar durante años la corrosión de una tubería. Su verdadera penalización fue estar seis meses parada por orden del CSN.

El CSN ha detectado de momento partículas con 84,5 millones de becquerelios -unidad que mide la actividad radiactiva-, 400 veces más que los que declaró Ascó inicialmente. Al margen de los trabajos de limpieza, la ANAV admitió que la parada se aprovechará para revisar los procedimientos de la nuclear.

Greenpeace, que destapó el escape radiactivo, señala que esta parada evidencia que Ascó se salta los procedimientos de forma permanente. "El CSN ha movido a Ascó a cerrar debido a la repetición de errores en sus procedimientos", señaló Carlos Bravo, de Greenpeace.

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