Pajín condicionará el congreso de los socialistas valencianos
El PSPV recupera, ocho años después, la secretaría de Organización del PSOE
Desde hacía días se decía que Leire Pajín ocuparía un puesto relevante en la futura dirección del PSOE y en torno a las siete de la tarde de ayer lo confirmó en medio del aplauso de todo el auditorio el secretario general José Luis Rodríguez Zapatero en el 37º Congreso Federal del partido que hoy concluye en Madrid.
Los delegados valencianos hicieron lecturas en clave doméstica
Lerma se declara satisfecho por lo logrado en el cónclave federal
La secretaria de Estado de Cooperación y vicepresidenta de la Comisión Gestora del PSPV es desde ayer la secretaria de Organización del PSOE -la número tres del partido-, en sustitución de José Blanco, y desde esta nueva responsabilidad tendrá mucho que decir en torno al 11º congreso nacional del PSPV, convocado para septiembre y del que debe salir la dirección que devuelva el hálito y la autoestima a los socialistas valencianos después de 13 años de infortunio electoral.
Zapatero refuerza así a la federación valenciana, que, ocho años después de la salida de Ciprià Ciscar, recupera la Secretaría de Organización del PSOE.
El nuevo destino de Pajín en la dirección federal del PSOE corrió como la pólvora por los pasillos del congreso a media tarde: que si vicesecretaria general, que si portavoz, que si... Las especulaciones elevaron la temperatura de los integrantes de la delegación valenciana que, inevitablemente hicieron lecturas en clave doméstica. "¿Pero tiene la portavocía o no? Hombre, si Blanco era el portavoz, ella tiene que serlo", especulaban algunos delegados valencianos.
Una vez confirmado el nombramiento, delegados del entorno de Pajín, además de alegría por su ascenso -pasa de una vocalía en la Ejecutiva federal a ser la número tres del PSOE con 31 años- comenzaron a mirar más allá de ayer y a interpretar el ascenso a los cielos de Pajín en clave electoral y valenciana. De entrada su nombramiento la descarta como futura secretaria general del PSPV. Si todo se mantiene como en la etapa de José Blanco al frente de la Secretaría de Organización y asume también la portavocía del partido -extremo que anoche no estaba claro-, Pajín dispondría de una excelente plataforma para reforzar su imagen dentro y fuera del partido.
"Es muy pronto y puede pasar de todo", apuntaba anoche un delegado, "pero con esa tribuna pública, Pajín estaría estupendamente colocada para convertirse en dos años en una estupenda candidata a la presidencia de la Generalitat. ¿Por qué no?". La hoja de ruta del cónclave socialista cambió 180 grados a partir de esta reflexión y empezó a cobrar fuerza la teoría de que con una posible candidata en ciernes se abriría paso la opción de un secretario general sin ambiciones electorales. Otra posibilidad es que Pajín, referente consolidado y con gran ascendiente sobre la federación socialista valenciana, se conforme con un puesto más institucional dentro del PSPV. Son incógnitas que ayer nadie se atrevía a responder.
Ajena al destino que compañeros de federación le vaticinan, la flamante nueva secretaria de Organización del PSOE se mostró exultante en el plenario tras el anuncio de Zapatero. El primer abrazo se lo dio Joan Lerma, presidente de la Comisión Gestora del PSPV, que estaba sentado a su lado. El alcalde de Alaquàs y aspirante a la secretaría general, Jorge Alarte, no se contuvo y celebró en los pasillos del congreso el nombramiento de Pajín como un excelente augurio.
Quitados el presidente del partido, Manuel Chaves, Zapatero, Blanco y la propia Pajín, el resto de la Ejecutiva federal seguía, al cierre de esta edición, cociéndose a fuego lento. La secretaria federal de Economía, la valenciana Inmaculada Rodríguez-Piñero repetía, aunque posiblemente en otro lugar, y la diputada al Congreso por Valencia Carmen Montón contaba con posibilidades de incorporarse. Hoy, con todos los nombres despejados, se votará la nueva comisión ejecutiva.
Lerma valoró el grado de unidad de la delegación valenciana y los logros conseguidos, sobre todo en materia hídrica y de estatutos. "Es una ayuda muy importante para potenciar las políticas del partido en la Comunidad Valenciana", dijo Lerma.
Las enmiendas valencianas salen adelante
Los socialistas valencianos salieron razonablemente satisfechos del debate de enmiendas presentadas al 37º Congreso del PSOE, al colar en las resoluciones la defensa de las transferencias hídricas (trasvases), siempre que sean viables y como último recurso. En la comisión de Cambio Climático, el diputado autonómico Francesc Signes consiguió, con la oposición los castellano-manchegos, que la ponencia recogiera de forma alambicada la posibilidad de trasvases: "Debemos continuar con la política del agua desarrollada en los últimos cuatro años (...) y aplicar de forma adecuada (...) aquellas transferencias de recursos, a través de infraestructuras hidráulicas necesarias, que sean viables económicamente, medioambientalmente sostenibles y socialmente aceptadas". La supresión del término trasvase no fue suficiente para Castilla-La Mancha, cuyo presidente, José María Barreda, aspiraba a poner fecha de caducidad al trasvase Tajo-Segura: 2015.
Otra pelea se libró en la comisión de estatutos. El PSPV sale del cónclave federal con el formato provincial por deseo de Ferraz, que quiere homologar la estructura de las federaciones gallega y valenciana a la general del PSOE. Los cambios se aplicarán en el congreso del PSPV, previsto para septiembre. Atrás quedan 30 años de agrupaciones comarcales, que, después de una dura negociación, no desaparecerán pero sí perderán su peso orgánico. El coordinador de la delegación valenciana en esta comisión, Ciprià Ciscar, tuvo que emplearse a fondo para evitar el barrido. La organización comarcal no desaparece, pero su acción se reducirá a labores de movilización y acción electoral.
En financiación autonómica, la comisión que encabezaba Joaquim Puig cerró un texto que pide tener en cuenta la variable de población y un sistema equitativo y solidario.
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