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Cumbre financiera mundial

EE UU reconduce el plan de rescate y descarta la compra de activos 'tóxicos'

"Es más eficaz entrar directamente en el capital de los bancos", dice Paulson

Estados Unidos quiere dar una nueva orientación al plan de rescate de 700.000 millones de dólares (480.000 millones de euros), tan sólo un mes después de su puesta en marcha. "Tras consultar con la Reserva Federal, he llegado a la conclusión de que la medida más eficaz y la más rápida para mejorar las condiciones del mercado de crédito es reforzar los balances de los bancos comprando directamente sus acciones", dijo ayer Henry Paulson, secretario del Tesoro estadounidense. El anuncio de Paulson no sentó bien a la Bolsa. Cerca del cierre Wall Street caía ayer más del 4%.

"Necesitábamos actuar con rapidez y firmeza, y la compra de activos ilíquidos, nuestro objetivo inicial, habría requerido de más tiempo para ser puesta en práctica y no habría resultado suficiente dada la severidad del problema", reconoció Paulson.

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Cauteloso, el secretario del Tesoro advirtió que la aplicación de las nuevas medidas está sujeta a los resultados de un cuidadoso análisis sobre sus beneficios y eventuales consecuencias negativas. Por tanto, antes de arrancar el nuevo programa de compra de participaciones, se evaluará el impacto de la primera medida, los 250.000 millones invertidos en la compra de acciones de los principales bancos, todavía reacios a la concesión de préstamos.

Desde ayer el plan de rescate apunta también hacia las empresas no financieras relacionadas con el consumo familiar y a los propietarios de viviendas al borde del embargo por morosidad, según anunció el secretario del Tesoro Henry Paulson. No obstante, el cambio no ha sido suficiente para llegar al casi ahogado sector del automóvil.

A la espera de concretar el formato de la asistencia, las empresas no bancarias implicadas en la financiación de las tarjetas de crédito, compra de automóviles o préstamos estudiantiles, que agrupan el 40% de los créditos al consumo de Estados Unidos, se convertirán ahora en destinatarias de la asistencia oficial.

"Este mercado es vital para la financiación y el crecimiento, y está llegando prácticamente a la paralización total", explicó el secretario del Tesoro.

Paulson reconoció que los problemas de liquidez de las empresas no bancarias "incrementa los costes y reduce la disponibilidad de créditos para la compra de automóviles, tarjetas de crédito o préstamos para estudiantes, crea una nueva carga a los ciudadanos y aumenta el paro".

El sector de la vivienda reclama también acciones directas. Potencialmente, cientos de miles de propietarios con problemas podrán mantener sus casas con una cuota asequible en sus hipotecas, prometió Paulson. El crédito escaso y difícil, concedido con tipos de interés muy altos y condiciones imposibles de cumplir por la mayoría, es probablemente el principal problema.

Durante su conferencia de prensa, el titular del Tesoro cerró la posibilidad de ayudar al sector del automóvil. La negativa fue mal recibida en Detroit, sede de Ford, General Motor y Chrysler. Los 700.000 millones de dólares de la operación de salvamento no tienen previsto salir en ayuda del sector automovilístico. "Mi prioridad es el sistema financiero", dijo.

Henry Paulson se dirige a la prensa durante la conferencia de ayer en Washington.
Henry Paulson se dirige a la prensa durante la conferencia de ayer en Washington.AP

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