No abaratar el despido
1. Aventurar una cifra, cuando ya tenemos 3,2 millones de parados, no cambia la situación. Hay que exigir la responsabilidad del mantenimiento y la creación de empleo a aquellos que tienen capacidad: los empresarios, para que, además, no destruyan empleo sin causa verdaderamente justificada.
2. Aún no se han producido resultados de las medidas implementadas, y si no causan el efecto previsto, será imprescindible que el Gobierno revise y amplíe sus actuaciones en el marco del diálogo social.
3. Es urgente atender a los colectivos más desprotegidos y a los trabajadores que provienen de anteriores ERE que pueden haber agotado sus prestaciones. Es necesario el desarrollo de políticas de formación, empleo y recolocación.
4. La respuesta es: rotundamente no. No es solución, igual que la congelación salarial. Lo necesario es reactivar la economía. No se va a contratar a más trabajadores de la construcción por el hecho de que sea más barato su despido. El origen de la crisis no está en el mercado laboral.