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Los escándalos que afectan al PP

Rajoy dice que no tiene indicios contra el tesorero de su partido

Carlos E. Cué

Mariano Rajoy dejó ayer muy claro que no piensa tomar ninguna medida extraordinaria ante la implicación del tesorero del partido, Luis Bárcenas, en la trama de corrupción que investiga el juez Baltasar Garzón. En una entrevista en Tele 5, el líder del PP evitó comprometerse a ninguna medida si se confirman las informaciones sobre el tesorero. Se defendió diciendo que él no es un "inquisidor" y por tanto no puede condenar sin pruebas.

Rajoy sostiene que él no tiene ningún "indicio" de que Bárcenas haya hecho nada irregular. Dentro del partido todos conocen la intensa relación del tesorero, nombrado por Rajoy en 2008 en sustitución del veterano Álvaro Lapuerta, con Francisco Correa, presunto cabecilla de la trama corrupta y responsable durante años de todos los actos, campañas y viajes del PP. Sin embargo, los dirigentes consultados, preocupadísimos por la implicación del tesorero, insisten en que no ha aparecido nada que le implique salvo una conversación en la que Correa, sin pruebas, asegura que le entregó 1.000 millones de pesetas (seis millones de euros) y que los tenía en un paraíso fiscal. Cuando se le preguntó a Rajoy por qué el PP sí ha forzado la dimisión de otros tres cargos implicados en la trama, el ex alcalde de Boadilla, el ex consejero de Deportes de Madrid y el ex alcalde de Majadahonda, el líder del PP se defendió asegurando que contra ellos sí que había indicios.

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Rajoy, que presentó una querella por prevaricación contra Garzón, cargó con dureza contra él y le acusó de someter al PP a una situación "imposible en plena campaña". El líder del PP utilizó un argumento político contra el juez: "Es socialista, se presentó en unas elecciones contra nosotros". En 1993, el juez fue candidato del PSOE, pero años después instruyó el caso GAL, que llevó a la cúpula socialista de Interior a prisión, y en esos años, Rajoy le aplaudía por su "valentía" e "imparcialidad". A Rajoy le respondió José Luis Rodríguez Zapatero, quien pidió al PP que deje de "presionar" al juez.

Mientras, Esperanza Aguirre reabrió ayer la batalla de la sucesión. Cuando se le preguntó por una frase que José Blanco le dijo a Alberto Ruiz-Gallardón en Lugo -"Si me va bien a mí, probablemente te irá bien a ti"; esto es, si pierde el PP, se va Rajoy y entra el alcalde-, Aguirre fue tajante: "No me gustaría que me dijeran que me va a ir bien algo que le va mal a mi partido". Casi al tiempo, y sobre la misma frase, Rajoy dijo: "Blanco se equivoca, le irá bien a Gallardón, y al PP".

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