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Planes de rescate financiero

Los directivos de Société Générale e ING renuncian a sobresueldos

Cobrar incentivos, primas, stock options o bonus mientras el sistema hace agua se está poniendo muy difícil. Los directivos de entidades como el banco francés Société Générale o el holandés ING lo saben ya de primera mano. Los principales directivos de Société Générale (SG) han terminado por ceder a las presiones políticas y han decidido renunciar totalmente a sus stock options (opciones sobre acciones), según informó ayer la prensa. En el caso de ING, ha sido el presidente del consejo de supervisión, Jan Hommen, quien ha exigido el sacrificio de no cobrar primas a la dirección. Una petición difícil de ignorar.

En el caso de SG, el director general de la entidad, una de las que ha recibido ayudas públicas por parte del Estado francés para hacer frente a la crisis, Frédéric Oudéa, se había adjudicado 150.000 opciones, sus dos adjuntos 50.000 cada uno y el presidente, Daniel Bouton, 70.000. La decisión, anunciada el pasado miércoles 18 de marzo en vísperas de una gran movilización social para reclamar más medidas frente a la crisis, había desencadenado tal escándalo en Francia que hasta el presidente francés, Nicolas Sarkozy, les apuntó directamente con el dedo y la consideró "inadmisible".

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Por su parte, la ministra de Economía, Christine Lagarde, dijo claramente en la emisora Europe 1 que deseaba que los directivos de la entidad financiera revisaran su decisión y renunciaran definitivamente a sus stock options. Inicialmente, los directivos del banco habían anunciado que renunciaban a ejercer sus derechos sobre las stock options mientras la entidad se beneficiara de un apoyo estatal.

En el caso de ING, la demanda de sacrificios, según señaló el presidente del consejo de supervisión, "es una petición moral". En declaraciones al diario De Volkskrant, Hommem detalló la exigencia: "Pedimos a los 1.200 altos directivos que renuncien a sus primas", dijo.

Los casi 40.000 empleados del grupo holandés recibieron en 2008 alrededor de 300 millones de euros en primas. Hommen aseguró que sería "imposible" recuperar todo, aunque indicó que los directivos del grupo están dispuestos a renunciar a ellas.

Además, Hommen anunció que ING no abonará primas a sus empleados en 2009 y precisó que "una nueva política salarial", que prevé el pago de bonificaciones sólo si el resultado del grupo "es positivo", se definirá en 2010.

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