Las nuevas jerarquías
El profundo cambio de reglas da un vuelco a los poderes clásicos, abre la puerta a equipos como Brawn y Williams y exige a los 'grandes' partir de cero
Nadie sabe exactamente qué ocurre. El Mundial de fórmula 1 comienza mañana en Australia (08.00, La Sexta, TV3 e IB3) sin que los equipos hayan descubierto todas sus cartas. "Llegamos a Melbourne preparados, pero no sabemos dónde están nuestros rivales", confesó Fernando Alonso antes de comenzar a rodar en el primer Gran Premio de la temporada. El profundo cambio de reglas impuesto por la federación internacional (FIA) ha llenado el paddock de incógnitas. La llegada de los neumáticos lisos, la reducción aerodinámica y la incorporación del KERS han obligado a diseñar nuevos coches. De alguna forma, todos partieron de cero, situación especialmente exigente para los equipos grandes. Y ahora todo el mundo está a la espera de conocer la nueva jerarquía. La carrera de Melbourne aclarará conceptos.
Ferrari y McLaren han sido suplantados de momento por el trío del polémico difusor
En cambio, los coches que usan el KERS no han dado aún el salto que se esperaba
Para empezar, con los primeros entrenamientos de ayer llegaron ya algunas sorpresas. Una se la llevó Fernando Alonso, cuando en la primera tanda de entrenamientos no consiguió sobrepasar la décima posición (en la segunda fue duodécimo). ¿Es su situación real? Aparentemente, no. Pero un vistazo a las tandas que los monoplazas realizaron ayer no deja a los dos Renault en muy buena posición. Sus vueltas fueron irregulares, el coche parecía excesivamente inestable -"había ráfagas de viento", comentaron los técnicos-, y los tiempos no salían.
Una situación muy distinta de la de otros equipos que la temporada pasada no contaban para nada. Williams marcó ya buenos tiempos en la primera sesión y después confirmó en la segunda los excelentes pronósticos. Nico Rosberg fue el más rápido en las dos tandas y logró el mejor tiempo del día (1m 26,05s), y su compañero Kazuki Nakajima estuvo también entre los más veloces. Sólo Rubens Barrichello y Jenson Button (Brawn GP), Jarno Trulli y Timo Glock (Toyota) -es decir, junto a Brawn los tres equipos que utilizan el polémico difusor trasero- y Mark Webber (Red Bull) se acercaron a sus tiempos. Y fue curioso constatar que en la parte alta de la clasificación no estaban los colores clásicos: ni el rojo ni el plateado. Ferrari y McLaren fueron suplantados por los coches que fueron denunciados por los difusores supuestamente ilegales, y a los que la FIA ha dado el visto bueno. En cambio, todos los coches que utilizan el KERS -Ferrari, McLaren, Renault y BMW- no lograron sobrepasar la décima posición final.
Las predicciones de la pretemporada se cumplieron en gran parte. Se sabía que Williams, Toyota y Brawn no iban de farol. Pero resulta incomprensible que el mejor Ferrari, el de Felipe Massa, se encontrara a un segundo del Williams de Rosberg. Y más aún que Renault quedara a 1,1s y McLaren fuera relegado a una hipotética penúltima fila. Los tres campeones del mundo que participan en este campeonato -Raikkonen, Alonso y Hamilton- estaban por debajo de la mitad de la parrilla. Un vuelco brutal, inexplicable.
"Obviamente, es mejor tener a los demás coches por detrás", confesó Alonso. "Sin embargo, creo que esto puede cambiar mucho mañana [hoy, en los entrenamientos oficiales]. El primer día siempre es difícil y más en este circuito. Había muchas cosas por descubrir, teníamos malas condiciones en la pista y necesitamos ajustar muchas cosas para lograr la mejor puesta a punto. Podría estar más contento, pero estaré peor si en la clasificación no logro situar el R29 entre los seis primeros. Y una vez allí, el KERS puede ayudarnos en la salida".
La situación era ayer insostenible para las escuderías que más dinero siguen invirtiendo en la F-1, pero podría comenzar a enderezarse hoy mismo en la clasificación. La pista de Albert Park va ganando adherencia a medida que pasan los días. Ayer apenas había goma. El domingo tendrá mucha más y los coches equipados con el KERS podrán sacar mucho más rendimiento de la potencia suplementaria de este elemento. Pero en una pista en malas condiciones, el KERS resulta muy perjudicial, porque el coche es más inestable y le falta la adherencia para sacar rendimiento a los 80 caballos de potencia que concede.
El escenario aún es irreal. Habrá más coches luchando por la victoria, de eso no hay duda. El Mundial no será cosa de dos, ni probablemente de tres, y parece evidente que Ferrari y McLaren recuperarán rápidamente su posición preponderante y que Raikkonen, Massa, Hamilton y Alonso lucharán por el título. O eso se espera en este Mundial lleno de incógnitas.
