Grave destrucción del patrimonio
El terremoto que sacudió ayer la región de Los Abruzos ha devastado el patrimonio artístico de L'Aquila, que guarda entre sus murallas medievales una colección de joyas arquitectónicas románicas y góticas. Los efectos del sismo se han dejado sentir incluso en las Termas romanas de Caracalla, los suntuosos baños del siglo III después de Cristo, situados a cien kilómetros, en la capital italiana. Ante esta situación, el Gobierno va a nombrar un comisario para las zonas afectadas.
Los expertos analizan los daños en el complejo romano, que incluye gimnasio y biblioteca y es uno de los yacimientos imperiales mejor conservados. El temblor ha agravado una grieta ya existente en la arcada central de la natatio o piscina, si bien no hay aún una evaluación precisa.
En L'Aquila, el balance preliminar del Ministerio de Bienes Culturales es desolador: hundimiento de las cúpulas de las iglesias de las Ánimas Santas y San Agostino. Derrumbe del campanario del templo románico de San Bernardino. Colapso de la renacentista Porta Napoli. Daños en el castillo español del siglo XVI. Destrucción de la Prefectura, con el archivo histórico...
Especialmente graves han sido las consecuencias en la basílica de Santa Maria di Collemaggio, obra maestra de estilos románico y gótico e importante centro de peregrinación. Una de las naves del templo, fundado en el siglo XIII, se ha venido abajo. La espectacular fachada, con decoración geométrica roja y blanca, ha podido salvarse gracias a que estaba en plena restauración, sostenida por andamios.