_
_
_
_
_

Francia, un ejemplo arrollado por la crisis

Antonio Jiménez Barca

El 5 de enero, los telespectadores franceses dejaron de ver anuncios en los canales públicos (France 2 y France 3) de ocho de la tarde a seis de la mañana. La medida, que significaba ingresar 425 millones de euros menos, preconizaba una revolución a la hora de repartirse las audiencias y el pastel publicitario entre las grandes cadenas generalistas. De hecho, los especialistas preveían que los anunciantes que veían la puerta cerrada de France 2 y France 3 se irían a TF1 y a M6, privadas.

No fue así: tres semanas después, TF1 había reducido sus ingresos por publicidad en un 11%; M-6 no caía tanto (un 3%), pero tampoco recuperaba la publicidad anunciada.

Los 425 millones del pastel se habían desmigajado tanto, incluidas las cadenas temáticas, que se habían vuelto invisibles. Además, la crisis comenzaba a incidir de una manera violenta entre los anunciantes.

Lo que se suponía también como un cambio en la forma de ver televisión de los franceses no resultó tampoco tal: las audiencias no han variado mucho.

El último estudio, fechado el 4 de mayo, realizado por Mediatrice, confirma la tendencia a la baja de las grandes cadenas, que pasaron de agrupar el 76,9% de espectadores en abril de 2008 al 72,6% en abril de 2009, y la subida lenta pero constante, empezada en 2005, de los canales temáticos: del 10,4%, en abril de 2008 al 14,1% actual.

Según este estudio, TF1 es líder de audiencia, pero cada vez menos: del 27,2% en abril de 2008 al 26,3% en abril de 2009; France 2 ha subido algo (16,2% contra 17,6%) y M-6 ha perdido en un año una décima.

La situación de TF1 es alarmante: el diario económico Les Echos revelaba hace unos días que esta cadena prevé unas pérdidas que llegarán a los 15 millones de euros en este primer trimestre. La empresa ha visto cómo la publicidad se desplomaba en un 27%.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_