Interrogatorios junto a la fosa abierta por orden judicial
Los arqueólogos removiendo terreno y un grupo de familiares con el corazón en un puño sin levantar la vista de la tierra. Se parecía a cualquiera de las más de 100 exhumaciones que la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica ha practicado en los últimos años, pero lo que convirtió ayer la fosa de Santa Marta de Tera (Zamora) en algo extraordinario fue la presencia de Tania Chico, juez de Benavente, supervisando los trabajos con un forense y guardias civiles. "Ha demostrado una humanidad impresionante", dijo el familiar de uno de los ocho fusilados que se buscan en esta fosa. La juez interrogó a algunos testigos en las inmediaciones.
Hace un mes, tomó declaración a familiares de las víctimas, entre ellos, Nieves, la hija que Baltasar Carbajo no conoció pues fue asesinado en 1936, antes de que naciera. Ella está muy ilusionada con la posibilidad de encontrarle.