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La verdad sobre Ascó

La fuga radiactiva de Ascó I (Tarragona) fue un 50% mayor que lo que declaró el 11 de junio de 2008 el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), que a su vez ya había multiplicado por más de 100 la cifra inicial dada por la central. El CSN hizo pública ayer por la tarde su evaluación sobre la fuga de Ascó I -ocurrida entre noviembre de 2007 y marzo de 2008- y concluyó que en el exterior de la central aparecieron partículas que equivalían a 409 millones de becquerelios, un 50% más que los 260 millones que anunció hace un año y 1.740 veces más que lo que comunicó inicialmente la central.

El informe final, pedido por el Congreso al CSN, concluye que dentro del vallado de la central hay 24 puntos en los que se pudo superar el límite de radiación de exposición al público. Aunque es algo que considera "remoto" admite que no se puede descartar. El CSN analizó a 2.717 personas tras la fuga.

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El escape comenzó el 26 de noviembre de 2007. Tras una maniobra "no prevista" comenzó a expulsar por la chimenea partículas radiactivas. La nuclear sólo informó al CSN el 4 de abril, que tampoco detectó la fuga. Industria impuso 15,4 millones de euros de multa a la planta, gestionada por un consorcio de Endesa e Iberdrola.

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