Un triste consuelo
La EPA contabilizaba en el segundo trimestre de 2007 98.000 desempleados en Galicia, lo que suponía que el 7,57% de la población activa estaba cruzada de brazos. Dos años después, la tasa ha escalado cinco puntos. Paradójicamente, una buena noticia.
Galicia se encuentra entre las autonomías menos afectadas por la crisis en su mercado laboral. La explicación es sencilla: en los años de auge del ladrillo fue de las menos beneficiadas. La prohibición de construir a menos de 500 metros de la costa dictada por el anterior Gobierno de coalición entre socialistas y nacionalistas tuvo bastante que ver.
La moratoria, ahora en revisión por el Gobierno del PP, se combinó con una significativa inversión en obra pública. La industria, con dos ejes en Vigo y A Coruña (Inditex y PSA Peugeot Citroën) también puso su grano de arena en los primeros embates de la crisis. Pero es precisamente el empleo industrial el que más se está viendo afectado estos meses.
