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PEDRO ANDRÉS | Condenado a 30 jornadas de trabajo social

"Me tratan como a un convicto total"

Está molesto; enfadado. A medida que habla se enciende. Pero la condena que le impuso el juez hace algo más de un año (ocho meses sin conducir, 480 euros de multa y 30 jornadas de trabajo social) parece a ratos surtir en Pedro Andrés (39 años, vecino de Sanlúcar la Mayor, Sevilla) el mismo efecto que la lluvia fina. Lo que más le enfada es tener que acudir los fines de semana al Centro de Inserción Social de Sevilla "a perder el tiempo" organizando documentos, y se queja de que allí a veces le tratan "como un convicto total, como si hubiera apuñalado a uno". Cuando el 21 de noviembre de 2008 le pararon en un control de alcoholemia arrojó una tasa de 0,64 miligramos por litro de aire espirado (a partir de 0,60 se considera delito). Salía de un cumpleaños y había tomado "dos o tres cervezas, una copa de cava y un chupito". Pero se queja de que la pena es desproporcionada: "Llevo conduciendo desde los nueve años, sólo tuve que dar una clase práctica para sacar el carné, estoy todos los días en la carretera, y soy más seguro con dos cervezas que muchas personas sin alcohol". "Con dos o tres cervezas no pasa nada. Yo iba bien", zanja.

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Al día siguiente ya estaba ante el juez. Asegura que la abogada de oficio le dijo que no se "preocupara porque los trabajos en beneficio de la comunidad no se cumplían". "Y han tardado casi un año en llamarme", señala. "Lo que te da rabia es que esto funcione tan rápido... con las cosas horribles que pasan... y en cambio te has tomado un par de copas, no ocasionas peligro... no atropellé a nadie, no estaba generando peligro, eran las cuatro de la mañana..." Pedro Andrés subraya que no cree que el alcohol sea el mayor problema en la carretera: "No respetar la distancia de seguridad es tanto o más peligroso".

-¿Se arrepiente?

-Esto me rebota más que otra cosa. Yo no soy de los malos.

-¿Temió ser encarcelado?

-Si no he hecho nada, no ha pasado nada. Yo no conduzco así; eso fue circunstancial. La próxima vez me verás echarme mano al bolsillo para pagar un taxi... Si me vuelven a parar y vuelvo a dar 0,60 tendré delito, pero por tonto, no por peligroso.

-¿Suele contarlo?

-Lo de la multa y eso sí, pero que hago el canelo en un centro de esos, no..., no es agradable.

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