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El debate sobre la inmigración

El perfecto negativo de Vic y Torrejón

La Costa del Sol lucha por empadronar a su enorme población extranjera

Fernando J. Pérez

Los municipios de la Costa del Sol se han convertido en el perfecto negativo de Vic (Barcelona) y Torrejón de Ardoz (Madrid) en materia de extranjería. Mientras en esas dos localidades sus alcaldes tratan de impedir que los inmigrantes económicos sin papeles se empadronen, los ayuntamientos del litoral malagueño luchan para conseguir que sus residentes extranjeros, muchos de ellos europeos acomodados, se inscriban en el censo municipal.

Numerosos extranjeros que han venido a España en busca del sol y de una vida tranquila rechazan empadronarse. En muchos casos, temen que registrarse fuera de su país tenga repercusiones fiscales o sobre sus pensiones. Sin embargo, esta opción supone un perjuicio para los municipios en los que residen, ya que éstos reciben fondos del Estado en función de su población censada, no de sus habitantes de hecho. En algunos casos, como en Marbella, la diferencia es notable: el censo tiene registradas a 140.000 personas de 137 nacionalidades, mientras que la población real, calculada sobre la producción de basuras, es de 235.000 habitantes durante todo el año, según el concejal de Turismo y Extranjero, José Luis Hernández, del PP.

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"El hecho de que los residentes, tanto españoles como extranjeros, no se empadronen genera un colapso de los servicios públicos. Por este motivo tenemos la mitad de policías, hospitales, juzgados, colegios o taxis de los que necesita una ciudad de nuestro tamaño", apunta el edil. El Ayuntamiento marbellí pondrá en marcha dentro de un mes una nueva campaña para fomentar el empadronamiento, después de la realizada entre junio de 2007 y julio de 2008 en la que lograron inscribir a 10.560 personas, de las cuales 7.729 fueron españoles. Entre los extranjeros que más se censaron figuran los británicos y los alemanes, seguidos de naturales de países de inmigración económica como Paraguay, Ucrania, Argentina o Marruecos.

La primera campaña de Marbella trataba de convencer a los no censados de que sólo a través del padrón tendrían derecho a voto en las elecciones municipales. Ahora, el Ayuntamiento, estudia aplicar un tipo reducido de Impuesto de Bienes Inmuebles a los ciudadanos empadronados. Esta medida ya se ha aplicado en otros municipios del litoral malagueño, como Benalmádena, Mijas o Fuengirola.

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En Mijas, con 78.150 empadronados -el 40%, extranjeros de 120 países- la situación es similar, aunque fuentes municipales constatan que las campañas de empadronamiento "no han funcionado mucho". Además de conseguir más fondos estatales, en el caso de Marbella, el Ayuntamiento busca crear un sentimiento de pertenencia entre la comunidad internacional: "La falta de conciencia cívica está detrás de los fenómenos de corrupción que hemos vivido en el pasado", asegura el concejal Hernández, que espera superar los 10.000 empadronados en la nueva campaña.

Una pareja extranjera y su bebé, ayer, a las puertas del Consistorio marbellí.
Una pareja extranjera y su bebé, ayer, a las puertas del Consistorio marbellí.JULIÁN ROJAS

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Sobre la firma

Fernando J. Pérez
Es redactor y editor en la sección de España, con especialización en tribunales. Desde 2006 trabaja en EL PAÍS, primero en la delegación de Málaga y, desde 2013, en la redacción central. Es licenciado en Traducción y en Comunicación Audiovisual, y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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