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J. PÉREZ DE AZPILLAGA | Goldman Sachs

"Grecia evidencia que el sistema tiene fallos"

Alicia González

Vive en Londres, una ciudad nada barata, pero está escandalizado con los precios de Madrid. Dice que por lo que aquí le cuesta una camisa en Londres puede comprar casi seis. Javier Pérez de Azpillaga (San Sebastián, 1966) tiene un discurso bastante optimista sobre el futuro de la economía española, pero exige constantes ajustes. Como economista jefe para Europa de Goldman Sachs, asegura que Grecia necesitará algo más que palabras de apoyo.

Pregunta. ¿Cree que Grecia es capaz de evitar la quiebra?

Respuesta. Tiene fuertes vencimientos de deuda en abril y mayo y es muy posible que Grecia tenga que pedir prestado en términos no comerciales, que pueda necesitar ayuda de la UE o del FMI porque no pueda vender los bonos en el mercado. Y eso puede traducirse simplemente en garantías como las que se les han dado a los bancos. Algo ya se ha dado. El apoyo político de la UE ya ha permitido a Grecia financiarse a unos costes más bajos y nuestra previsión central es que puedan acudir a los mercados financieros sólo con ese apoyo.

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P. ¿Pueden esos problemas trasladarse al sector financiero del resto de Europa?

R. Si el desarrollo del problema de Grecia es caótico, desde luego. Pero precisamente porque hay ese riesgo es por lo que los gobiernos de esos países, Alemania y sobre todo Francia, están más interesados en que no se produzca. Y no sólo en Grecia. Crearía un precedente para otros países de la zona.

P. ¿Y qué lecciones hemos aprendido de esta crisis?

R. Yo creo que va a haber cambios porque obviamente el sistema ha fallado. Grecia presentó cuentas fraudulentas, pero no hubo un seguimiento de cerca por parte de las autoridades comunitarias. Y es posible que tengamos que instrumentar de forma explícita una especie de fondo monetario europeo, en el que a cambio de una cesión de soberanía fiscal se permitan préstamos o ayudas financieras. No sé si lo veremos en el corto plazo, pero es algo que faltaba al diseño de la zona euro.

P. Así que descarta una intervención del FMI...

R. Yo creo que el liderazgo lo van a tomar los países de la propia zona euro, pero es cierto que quien tiene toda la capacidad técnica para diseñar y aplicar los programas de ajuste es el FMI. Si Grecia no puede financiarse en los mercados y hay que prestarle, yo creo que el dinero vendrá fundamentalmente de los países del euro y lo más conveniente sería que el apoyo técnico venga del FMI.

P. ¿Veremos un contagio de la crisis a otros países del euro?

R. El contagio financiero ya se ha producido. Los mercados no han discriminado y creo que el caso de Grecia no es comparable al de España, tampoco a Irlanda y otros. Es un error que tenemos muchas veces que deshacer, sobre todo entre los inversores americanos y asiáticos. Otra cosa es que esos países puedan tener problemas fiscales tan serios como los griegos y eso depende de las decisiones de política fiscal y económica que se tomen en esos países. Sin embargo, en el caso de España el problema no es tanto de credibilidad fiscal como de desempleo. Mientras eso no se arregle, y va a tardar años, va a haber un interrogante continuo sobre la capacidad de España para salir de la crisis. Algo contraproducente es decir que parte de los problemas de la deuda española son por la especulación extranjera, porque la especulación siempre existe y lo que el resto de los agentes piensa entonces es que el Gobierno no está dispuesto a hacer los deberes.

P. ¿Y el Gobierno lo está?

R. El problema de España tiene tres componentes: los costes, la confianza y el crédito bancario. Dado que ya no tenemos el recurso a la depreciación hay que intentar reducir costes, no sólo laborales, aunque son los más importantes. Una vez que haya un acuerdo y una perspectiva clara de cuál va a ser la salida de la crisis volverán la confianza y el crédito bancario.

P. ¿Para cuándo?

R. Este año esperamos todavía una caída del 0,6% de media. Para el año que viene calculamos un crecimiento del 1,1%, pero no se creará empleo, algo que no pasará de forma significativa hasta 2012 o 2013. Sin un acuerdo claro sobre los costes de los salarios nos debemos acostumbrar a una tasa de desempleo por encima del 15%. Y si hay un acuerdo atrevido podemos volver a una tasa del 10% en los próximos cinco u ocho años.

P. ¿Y en el resto de Europa?

R. En la medida en que todavía hay un problema importante de fragilidad en el sistema financiero y de desempleo oculto, sobre todo en Alemania, eso se va a reflejar en un crecimiento muy moderado. Esperamos un crecimiento del 1,5% este año y no vemos un retorno al crecimiento potencial, del 2%, hasta finales de 2011.

P. Esos problemas financieros, ¿cuándo pueden aflorar?

R. Se saben cuáles son más o menos las pérdidas, pero van a aflorar poco a poco, sobre todo en Alemania. Allí se ha optado porque afloren en el mayor plazo posible, 10 o 20 años, para que el ajuste no sea traumático.

P. Pero eso implica muchos riesgos. Pienso en Japón...

R. El riesgo existe, que los bancos no se arriesguen a prestar más y que si lo hacen pidan una prima de riesgo. Eso se compensa, de alguna forma, por la decisión europea de dar una respuesta individualizada en forma de rescate o de si hay que reforzar los recursos de cada uno de los bancos, que es el sistema que se va a seguir en España.

P. Con la presión de hacerlo antes de junio...

R. Hay casi 25 o 30 cajas que están en procesos, en diferentes fases. Tiene que haber quizá un mayor liderazgo de los gobiernos autonómicos, pero no sé si se producirá antes de junio. Yo creo que no, pero mientras sea un proceso que se ponga en marcha y si hay una razón buena y un plan de viabilidad claro la fecha no será un problema.

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Sobre la firma

Alicia González
Editorialista de EL PAÍS. Especialista en relaciones internacionales, geopolítica y economía, ha cubierto reuniones del FMI, de la OMC o el Foro de Davos. Ha trabajado en Gaceta de los Negocios, en comunicación del Ministerio de Economía (donde participó en la introducción del euro), Cinco Días, CNN+ y Cuatro.
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