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El juez, Messi, la familia y los teléfonos

El juez José Castro interpretó el papel del futbolista del Barça Leo Messi -la imagen es de un penalista presente en el interrogatorio de Fernando Areal-, y sorprendió con un requiebro en crudo a la sala: advirtió al cuñado de Jaume Matas de que sus respuestas sobre el manejo de dinero en efectivo -supuesta caja B- no eran congruentes con lo que él sabía.

Castro le reveló que tuvo pinchados sus teléfonos, "los de la familia Matas y Reus" (por su testaferro), desde diciembre de 2009. El gol descolocó a Areal y a todo el equipo defensor del clan de Jaume Matas, que pidió tiempo muerto, dictó órdenes de silencio a Areal y solicitó retrasar un día la declaración del ex presidente balear ante el magistrado y los fiscales Pedro Horrach y Juan Carrau.

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Matas intenta anular las escuchas de sus conversaciones con los abogados

Antes, cuando Areal había consumido una hora de grabación en el vídeo del juzgado, el juez llamó la atención a los 30 abogados: "Las declaraciones se están retransmitiendo en directo por el El Mundo. ¡No puede ser. Dejen sus móviles aquí!". La mayoría de letrados desconectó los aparatos y algunos los entregaron a los funcionarios.

Uno de los abogados, circunspecto, anduvo de arriba abajo, del juzgado al bar, sorteando periodistas e intimando con uno de ellos. Iba con la inquietud en el cuerpo.

Tanto a la entrada como a la salida de los juzgados, unas 200 personas abroncaron a Matas, el político que fue todopoderoso en Baleares y ministro del Plan Hidrológico y del Prestige.

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