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Conmoción en Polonia

"Todo es rezar y llorar"

En cuanto el Gobierno confirmó la noticia a las nueve y media de la mañana, las plazas de Cracovia, Varsovia y de las principales ciudades de Polonia se fueron llenado de gente y de flores. La gente se ponía a rezar. Todo ha sido rezar y llorar. Los periodistas estábamos en estado de choque, porque nuestros compañeros habían viajado junto al presidente Kaczynski, pero en otro avión.

Enseguida supimos que a ellos no les había pasado nada. Cuando compareció en conferencia de prensa el primer ministro, Donald Tusk, me recordó el momento en que murió el Papa hace cinco años. Todos los canales de televisión sintonizaron, incluidos los de economía y deporte. Y cuando los locutores empezaron a leer la lista de las víctimas y vimos que muchos de los muertos eran diputados y gente del Ejército que hasta ayer solían venir a nuestros estudios, algunos no pudimos evitar emocionarnos.

Ha sido asombroso ver cómo el país se ha unido en la tragedia. A nadie se le ha ocurrido criticar a nadie por sus ideas políticas. Los principales rivales del presidente Kaczynski, la gente que más lo criticaba dijeron ayer que era un gran patriota y un hombre de honor. Dijeron que ahora todo el mundo va a saber lo que significó realmente la matanza de Katyn. Ese fue siempre el gran empeño de Kaczynski.

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