Ninguna compañía mostró interés por la aseguradora de Díaz Ferrán

Ejecutivos del sector contienen la risa cuando se les pregunta si ha habido algún afán persecutorio por parte del Gobierno en la decisión de liquidar la aseguradora Mercurio. La empresa propiedad de Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la CEOE, y de su socio Gonzalo Pascual, no ha despertado el interés de ningún competidor.

La cartera de 49.642 pólizas, la mayoría de autobuses y camiones de la aseguradora del grupo Marsans, ni siquiera tentó a los competidores a los que se les ofreció gratis, según fuentes del mercado. Es decir, no les interesó adquirir Mercurio sin pagar un euro, más allá de la asunción de los activos y pasivos de la sociedad. Entre las empresas a las que se dirigió Seguros está Map-fre, Mutua Madrileña, FIATC, Allianz, Zurich y Groupama.

Los competidores quieren quedarse con el negocio sin asumir la plantilla

La Dirección General de Seguros era consciente de que esto podía ocurrir por lo que no ha esperado ni un mes desde que la intervino (15 de marzo) hasta que ayer anunció su liquidación.

La razón de este desinterés por parte del mercado es doble. Por un lado, la mayoría de las pólizas son seguros obligatorios por lo que los clientes de Mercurio tendrán necesariamente que buscar otra aseguradora. Les pueden hacer ofertas y quedarse con el negocio sin asumir los 82 trabajadores de la plantilla. También hay otro motivo: "Evitar todo el lío societario y de activos que puede tener Mercurio", dicen algunas compañías. El hecho es que el Consorcio de Compensación de Seguros, dependiente del Ministerio de Economía, liquidará Mercurio tras no recibir "ninguna oferta que cumpliera con las condiciones requeridas", dijo en un comunicado.

El Consorcio empezará ahora a enviar cartas a todos los clientes y devolverles la parte de la prima que no han consumido. En el caso de suspensiones de pagos en seguros, el cliente está en primer lugar para cobrar, por delante de los acreedores.

Desde que se publique oficialmente la disolución de Mercurio, los clientes tendrán 15 días para buscar otra compañía que cubra los seguros obligatorios. Si no encontraran ninguna, el Consorcio les haría una oferta. Además, este organismo asumirá los siniestros que se sigan produciendo hasta el final. Para este proceso, la aseguradora de Marsans mantendrá a unos 20 empleados. El Consorcio intentará recuperar todo lo gastado con la venta de activos de la empresa de Díaz Ferrán, algo que genera muchas dudas en el mercado.

Mercurio, fundado en 1988, cerró 2009 con unas pérdidas de 15,5 millones, que se suman a las de 2008, como consecuencia del incremento de la siniestralidad. Como se dedicaba a asegurar la propia flota de Viajes Marsans, tenía tarifas muy bajas por lo que su rentabilidad era nula. Mercurio se une a las dificultades que atraviesa el grupo Marsans, en proceso de venta.