Las acusaciones critican la "falta de sensibilidad" del juez Guevara
El lunes, en la primera jornada del juicio por el atentado de la T-4, la víctima fue Iker Lascurain. El dueño de la furgoneta con la que se perpetró el atentado contaba el secuestro de tres días que sufrió mientras ETA cargaba su vehículo con explosivos y lo colocaba en el aeropuerto, cuando el presidente del tribunal Alfonso Guevara, le interrumpió para pedirle "más respeto a las partes del proceso" por tutear al fiscal, que no se había sentido ofendido en ningún momento. Cuando Lascurain pidió perdón a los magistrados, Guevara volvió a increparle ante el asombro de todos.
Ayer tocó el turno a la madre de Diego Armando Estacio, Jakelin Margarita, que declaró como testigo delante de los presuntos asesinos de su hijo. Cuando el fiscal le preguntó si dependía económicamente de Estacio, ella vaciló y respondió: "Sí y no". Guevara interrumpió abruptamente el interrogatorio y le lanzó: "¿Sí y no, o no?", antes de volver a preguntarle si su hijo le mandaba dinero desde España. "Eso es lo que le está preguntando el fiscal. Vamos, más sencillo, agua. Si necesitaba a su hijo es lo que le pregunta el Ministerio Público", insistió.
Después, el presidente cargó contra otro testigo, un trabajador del aeropuerto que resultó herido por la explosión, por mirar a su abogado, sentado detrás de él, mientras le interrogaba. "¡Míreme a mí, que soy la presidencia!", le ordenó. "Esta es la cara que tienen que ver, no tengo otra". Al final de la vista, algunos de los abogados se quejaron de la "falta de sensibilidad" de Guevara.
