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Lleida debatirá prohibir el uso del 'burka' en los espacios públicos

El Ayuntamiento discute una moción de CiU sobre la que el PSC tiene dudas

El pleno del Ayuntamiento de Lleida debatirá el próximo día 28 una moción presentada por el grupo municipal de CiU, en la oposición, en la que se propone modificar la ordenanza de civismo para prohibir la utilización en espacios públicos del burka -indumentaria que cubre enteramente el cuerpo y la cara de la mujer y que lleva una rejilla de tela para permitir la visión- o cualquier otra pieza de ropa que cubra totalmente el rostro, como el niqab, que sólo deja visibles los ojos.

El primer responsable político que planteó la necesidad de regular el uso de estas prendas en Lleida, a pesar de que su uso no está generalizado por parte de las mujeres del colectivo musulmán, fue el alcalde socialista Àngel Ros. El primer edil dijo que el uso de esta prenda no se debe tolerar porque atenta contra los derechos de la mujer y la igualdad entre ambos sexos.

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Ros está dispuesto a apoyar la moción de CiU si su redacción está en consonancia con la postura que él defiende y si se halla dentro de la legalidad vigente. El alcalde tiene dudas sobre la capacidad jurídica de los ayuntamientos para prohibir el uso del burka en los espacios públicos, por lo que ha hecho manifestaciones mostrándose partidario de que sean otras administraciones (autonómicas o estatales) con poder legislativo las que regulen sobre esta materia.

La moción de CiU insta al Gobierno municipal a modificar la ordenanza de civismo para que se prohíba la utilización en espacios públicos del burka. Esta formación política considera que la presencia en Lleida de líderes musulmanes salafistas "ha podido facilitar la difusión de valores y prácticas que no son compatibles con los valores de la igualdad de género y el pleno respeto a la dignidad de la mujer".

De acuerdo con esta iniciativa, la norma entraría en vigor al cabo de seis meses de su aprobación y, durante ese tiempo, el Ayuntamiento debería realizar un conjunto de acciones orientadas a informar y hacer pedagogía a todos los colectivos susceptibles de verse afectados por la prohibición "para dar a conocer el espíritu positivo, convivencial e integrador de la medida".

Asimismo, en el tercer punto de la moción de los nacionalistas se insta al pleno de la corporación a solicitar al Gobierno catalán y al central que promuevan la legislación necesaria para prohibir el burka, el niqab o piezas análogas en todo el territorio español. CiU considera que estas piezas de ropa son un obstáculo para la integración de la mujer en nuestra sociedad y atentan contra su dignidad.

El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, de visita ayer en Lleida, se mostró partidario de prohibir el uso de estas prendas en el trabajo en las administraciones públicas. "No estoy de acuerdo con que una persona pueda trabajar con burka en el Ayuntamiento de Lleida, por ejemplo. Si ahora no hay ninguna norma que lo prohíba, creo que el Consistorio debería hacerla. Ahora bien, yo no prohibiré a nadie que lo lleve en su casa", afirmó Corbacho.

El ministro mostró sus reticencias a que el uso del burka o el niqab pueda "implantarse como una cosa natural". "Si voy por la calle y veo que alguien lleva una cruz, sé que esa persona es cercana a la religión cristiana. Si el símbolo de unas creencias religiosas es un pañuelo en vez de una cruz, me parece muy bien, pero otra cosa es el burka", añadió. "Soy respetuoso con las creencias individuales, pero ocultar a la mujer por completo a través de una vestimenta, por mucha simbología religiosa que tenga, es un choque radical con nuestra sociedad y para el avance de la igualdad entre hombres y mujeres. Son valores de nuestra sociedad que no pueden entrar en retroceso", concluyó Corbacho.

La avanzadilla de Europa

- Bélgica. La Cámara baja aprobó el mes pasado la ilegalización del burka en la calle. La medida, que aún tiene que ratificar el Senado, establece multas de 15 a 20 euros.

- Francia. El Gobierno de Sarkozy quiere prohibir el uso del burka como prenda de vestir por la calle, bajo multa de 150 euros, a pesar de que el Consejo de Estado francés lo ha rechazado en dos ocasiones por carecer de un "fundamento jurídico incontestable".

- Holanda. El Parlamento debate desde 2006 si aceptar o no una propuesta para pedir el veto del burka en lugares públicos.

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