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CONVERSACIONES CON SUS JEFES DE LOS DOS PIRATAS DEL 'ALAKRANA' PRESOS

"Si Dios quiere, volveréis a Somalia; si no, los españoles desaparecerán"

Los secuestradores estaban convencidos de que España los devolvería a su país

-Querido padre. Estos hombres tienen un objetivo.

-¿Sí?

-Lo que quieren es que soltéis a los marineros [del Alakrana] y que nosotros sigamos en la cárcel.

-Pues eso no va a ser posible.

-Hasta que nos lleven a Kenia, ¡no los liberéis!

La conversación telefónica se produjo el pasado 6 de noviembre entre la cárcel de Soto del Real (Madrid) y Somalia. Los interlocutores son Raagegeesey Adji Haman -uno de los somalíes detenidos por militares españoles en el Índico tras abandonar el atunero secuestrado- y su padre. Las llamadas de Raagegesey y de su compañero Cabduwelli Cabdulahi, Abdu Willy, a sus familiares y a los presuntos jefes piratas, intervenidas por la policía, muestran hasta qué punto ambos pelearon porque su liberación se convirtiera en parte del rescate de 2,7 millones que sirvió para liberar a los 36 tripulantes del barco, 16 de ellos españoles. Una posibilidad que los dos detenidos en España, pendientes de juicio en la Audiencia y con una petición de 220 años de cárcel, daban por cierta.

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Un pirata: "Hasta que nos lleven a Kenia, ¡no los liberéis!"
Un jefe: "Mantente firme, que aquí los tenemos cogidos por los huevos"
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El encargado de transmitirles esa esperanza era uno de los secuestradores, al que ambos se dirigen por el nombre de Ilyas. El plan, según el presunto jefe del clan era que los trasladaran a Kenia y desde allí a Somalia.

"Si Dios quiere, los dos volveréis. Si no volvéis, su gente [los españoles] desaparecerá", llega a decir Illya a Raagegesey. Dos días después, en otra conversación entre ambos, este último le dice a su compinche: "Les he comentado que si mañana no nos llevan a Nairobi, ¡se acabó el asunto!". Ilya responde entonces: "Mantente firme, que nosotros aquí los tenemos cogidos por los huevos".

Ante sus dificultades para comunicarse con el personal de la prisión, Raagegesey trató de buscar a alguien entre los piratas que hablara inglés. El objetivo era que conversara con Cris, otro recluso camerunés que, según fuentes penitenciarias, lograba entenderse con el somalí y hacía funciones de intérprete. Los secuestradores usaron a Cris como una vía más para comunicarse con el Gobierno español e intentar chantajearlo con los tres marineros españoles supuestamente desembarcados del Alakrana una semana antes del desenlace del secuestro.

-Queremos que dejen a los chicos libres rápido -le dice el pirata desde Somalia.

-No sé nada de eso. Aquí hablan de tres rehenes -responde Cris.

-Bien, hay tres rehenes, y si no liberan a los chicos los entregaremos a las familias [de los Raagegesey y Abdu Willy, se supone] -añade el pirata.

En otra de las charlas entre Cris y los supuestos secuestradores, el camerunés intercede por los pescadores españoles y pide que no les hagan daño, a la vez que les transmite que sus compinches presos en España van a ser trasladados a Kenia.

-¿Por qué no traéis a nuestros compañeros?- pregunta el pirata.

-El Gobierno de España está preparando un acuerdo para poner en movimiento a estos dos quizá mañana- responde Cris.

-¿Dónde van a llevarlos?

-Cuando el Gobierno lo diga, los pondrán probablemente en Kenia en un lugar que digáis vosotros, ¿entendido? Ellos están aquí muy, muy bien. Así que, por favor, intentad cambiar las condiciones de los españoles, porque hemos recibido aquí noticias...

-Lo estamos intentando, pero vamos a matar a todo el mundo si no nos encontramos con nuestros dos compañeros, así que dile a los españoles que se den mucha, mucha prisa.

Hasta Raagegesey daba por hecho que su vuelta era cuestión de días. Y así lo sostuvo en una conversación con Abdu Willy.

-Amigo, deseo lo mejor para los dos. Mañana o pasado nos van a llevar a Kenia (...). Los españoles están encerrados en tierra- dice Raagegesey.

-Fenomenal, no hay que dejar en libertad a esos hombres. Si los dejan en libertad, nos comen- responde Willy.

-No nos van a comer. Aquí no te van a matar o a degollar, solo están poniéndote a prueba.

-Sé que no me van a matar, pero son 20 años de cárcel.

-No pasa nada por estar encarcelado, pero mañana o pasado nos llevarán al aeropuerto para ir a Somalia, ¿entiendes?

El 17 de noviembre los marineros fueron liberados, pero Raagegesey y Abdu Willy permanecen en la prisión de Soto. En contra de sus deseos y de las promesas de Ilyas, parece que allí seguirán durante unos cuantos años más.

Policías navales trasladan a uno de los piratas del <i>Alakrana</i> el pasado octubre.
Policías navales trasladan a uno de los piratas del Alakrana el pasado octubre.EFE

Abdu Willy: "Dale el dinero a mi padre"

Era 16 de noviembre, víspera de la liberación del Alakrana, Raagegesey y Abdu Willy ya sabían que la posibilidad de volver a Somalia se había diluido. Los tres marineros españoles conducidos a tierra por los piratas habían sido devueltos al atunero y el rescate, que incluía 33.000 euros para las familias de los dos presos en España, ya estaba cerrado. Sin embargo, Ilyas, su interlocutor en Somalia, insiste en que su retorno es parte del trato. "Seguimos luchando para que os traigan", dice a Abdu Willy en una de las llamadas. "Al final hemos firmado un documento [con los españoles] donde dicen que os van a devolver en diciembre, que es el mes que viene, y os van a traer a Somalia". Abdu Willy, que parece resignado a no volver, responde que "será lo que Alá quiera", a lo que añade: "Yo no tengo esperanza de volver, nosotros ya estamos juzgados, tened cuidado vosotros".

Acto seguido, Ilyas le pregunta a quién quiere que entregue su parte del rescate. "A mi padre", responde Willy. "Deja el dinero a mi padre y dile que hable con mamá, porque yo no puedo hablar con ella. Estos hombres no me dejan", añade.

En otra de las conversaciones grabadas ese mismo día, Ilyas confirma a Raagegesey que no mantendrán secuestrados a los marineros por más tiempo aunque él y Abdu Willy no hayan sido devueltos a Somalia. Como en el caso de Willy, la principal preocupación pasa a ser su parte del rescate, que también quiere que sea entregada a su padre. Ilyas le explica también que en las negociaciones sobre la liberación ha participado un inglés llamado "Ticeey". "Esta noche me he reunido con él y me prometió que os va a devolver".

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