_
_
_
_
_
HISTORIAS DE UN TÍO ALTO | Fase final de la NBA
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Lakers, Celtics y LeBron

Cuando empezaron los playoffs de la NBA de este año, habría supuesto que cualquier columna que escribiera en estos momentos sería sobre el pronóstico del tercer partido de la final entre los Lakers y los Cavaliers. El posible culebrón del enfrentamiento entre Kobe Bryant y LeBron James era demasiado bueno para que la NBA lo dejara pasar. Además, ambos equipos parecían ser los mejores de sus respectivas conferencias, por lo que dicho desenlace le habría parecido perfectamente razonable incluso al más obstinado de los teóricos de la conspiración.

Pero la vida nos da sorpresas. Bastan unas semanas para que todo cambie. Si no, que le pregunten a la buena gente de Cajasur (¿a que creían que nosotros los estadounidenses no prestamos atención?).

Como sabe cualquier niño de 12 años, los mejores circos tienen tres pistas, no dos. James es una excelente tercera pista
Más información
Los Celtics, vivos y coleando

Ahora que James ha sido desterrado al gulag de los que no participan en los playoffs, nos hemos quedado haciéndonos preguntas sobre el futuro del hombre que quizás podría ser, o que es, el mejor de todos los tiempos. Sin él, nos vemos envueltos en una final llena de dramatismo en sí misma, con un sinfín de rivalidades, ya sean históricas (Celtics-Lakers), personales (Allen-Bryant) o estéticas (dorado y morado chillón-verde majestuoso y blanco).

Es hora de acabar con esas teorías de la conspiración... ¿O no?

Gracias a la tempranera eliminación de James, a otro desplome de Vince Carter y al rejuvenecimiento del concepto de equipo en Boston, la NBA tiene una oportunidad más de explotar la gran rivalidad entre los Lakers y los Celtics. Y, desde la perspectiva de la NBA, ¿por qué no? Al fin y al cabo, James es joven y debería tener muchas oportunidades de jugar un montón de finales del campeonato.

Y, lo que es más importante, James no necesita jugar la final de este año para formar parte de la final de este año. Los seguidores de la NBA, desde Cleveland hasta Kamchatka, estarían pendientes de cada una de sus palabras tanto si estuviera haciendo cestas en Los Ángeles como si las estuviera vendiendo en Abu Dabi. Y, si hubiese estado vestido de corto en la final de este año, James ya habría formado parte del argumento. Habría habido margen para las conjeturas sobre "¿adónde irá James a continuación?", pero no demasiado. Para deleite de los ejecutivos de la televisión, en la final de este año hay dramatismo dentro de la cancha y fuera de ella.

Juego de marcianitos: ¿ya no tienen los locutores nada de qué hablar? Aquí viene el reportero a pie de cancha para ponernos al día sobre el último sitio web que se ha construido específicamente para retener a James en Cleveland.

Como sabe cualquier niño de 12 años, los mejores circos tienen tres pistas, no dos. James es una excelente tercera pista. Los Lakers, una; los Celtics, dos, y la futura casa de James, tres.

Vale, es exagerado pensar que nos encontramos en este punto debido a un plan secreto de la NBA. De verdad que no creo que los playoffs estén amañados. Pero, bien pensado, han sido perfectos para la NBA. Realmente, ¿sale todo tan bien alguna vez en la vida?

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_