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Reportaje:SUDÁFRICA 2010 | España - Suiza

El equipo de Gokhan

El medio Inler, a quien los hinchas comparan con Senna, imprime carácter y coherencia

Diego Torres

Todos los equipos que han primado el orden defensivo sobre la posesión del balón han girado alrededor de un mediocentro capaz de hilar lo grueso y lo fino. La historia de los Mundiales recoge algunos ejemplos ilustres. Brasil con Mauro Silva en 1994, Francia con Deschamps en 1998 e Italia con De Rossi en 2006 son casos muy recordados porque acabaron alzando la Copa. Fueron modelos de éxito imitados por grandes y pequeños. La selección de Suiza que se medirá a España esta tarde en Durban es un equipo con limitaciones importantes, pero responde al esquema porque cuenta con el hombre indicado para activarlo y darle coherencia. Se llama Gokhan Inler.

"Inler debe ser nuestro líder", dijo el alemán Ottmar Hitzfeld, seleccionador suizo, en la convicción de que, sin centrales de jerarquía, le resultaría imprescindible contar con un volante que tuviera carácter y panorama. Inler le respondió. Cuando fichó por el Udinese, hace dos temporadas, lo primero que dijo es que no podía calificarse: "No sé qué clase de jugador soy en este momento. Lo veremos en los entrenamientos". Con el tiempo demostró que su timidez era, si no fingida, una forma de cortesía.

De origen turco, creció jugando junto con una multitud de hijos de inmigrantes
"Suiza se basa y se construye alrededor de Fernandes y él", advierte Del Bosque
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Todo a favor

"Le conozco desde los ocho años y puedo asegurar que Gokhan siempre estuvo obsesionado con ser un jugador profesional", dijo la semana pasada el turco Suleiman Nagos, que regenta uno de los 20 restaurantes de kebab de la pequeña localidad suiza de Poltsen; "Nunca le he visto beber otra cosa que no fuera zumo y agua mineral". El restaurador empezó regalándole arrollados de kebab cuando era un niño y, con el tiempo, acabó convertido en su amigo íntimo. Con ocho años, le vio ingresar en el Poltsen junto con una multitud de hijos de inmigrantes turcos como él. Solamente Inler llegaría lejos.

Crecer en una comunidad de inmigrantes no le impidió desarrollar sus habilidades en las pistas, como la mayoría de los suizos. Además del fútbol, la gran pasión de Inler es el snow blade, una variedad de esquí que se practica sobre tablas cortas. "Los esquís son demasiado largos y con el snowboard me fue mal porque rompí la primera tabla que tuve", dice.

La profesión lo llevó al otro lado de los Alpes, a Udine, donde ha conseguido establecerse como un jugador importante. Los hinchas suizos le comparan con el hispano-brasileño Marcos Senna. Por su cráneo rasurado, por la piel parda y por esa manera de caminar por la cancha como si pudiera recorrer todas las sendas del pase con los ojos cerrados. En Italia aseguran que la Juve, en busca de un mediocentro más fiable que Felipe Melo, sigue sus progresos. Ven en este suizo al hombre capaz de imponer orden, robar balones, hacer faltas cada vez que sea necesario, aclarar las jugadas con su pase y, eventualmente, terminarlas con un tiro desde 20 metros. También ven un punto aguerrido, casi violento, que le ayuda a hacerse respetar.

El seleccionador español, Vicente del Bosque, no tardó en detectar que estaba ante el futbolista que marcaría la pauta en el juego del equipo rival: "Suiza se basa en una pareja de mediocentros, que son Inler y Fernandes. Alrededor de ellos se construye el equipo".

Inler y Yakin, ayer en la sesión preparatoria de Suiza.
Inler y Yakin, ayer en la sesión preparatoria de Suiza.ALEJANDRO RUESGA

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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