"Las dos caras de un mismo derecho"
La huelga de Metro ha generado múltiples reacciones de todos los ámbitos políticos y sociales. El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, defendió ayer el derecho de los trabajadores de Metro a hacer huelga, pero insistió en que no deben saltarse los servicios mínimos. En la misma línea se manifestó el ministro de Fomento, José Blanco, quien recordó a los trabajadores que en un Estado de derecho todo el mundo está obligado a cumplir la ley. La titular de la cartera de Economía y Hacienda, Elena Salgado, expresó su respeto por los empleados del suburbano madrileño. "Estamos ante las dos caras de un mismo derecho constitucional", manifestó Salgado.
El secretario general del PSM, Tomás Gómez, apuntó en la misma dirección. "Hay que respetar servicios mínimos porque esas son las reglas del juego". Y agregó: "Los servicios mínimos son esenciales cada vez que hay una convocatoria de este tipo". El vicepresidente regional, Ignacio González, fue más duro con los sindicatos. "Su actitud es una auténtica vergüenza, un insulto y un desprecio a los madrileños". Las asociaciones de consumidores consideraron "injusto" que las consecuencias de la huelga recaigan sobre los usuarios. "Se debe garantizar tanto una mínima circulación de trenes como una frecuencia de paso entre ellos", aseguraron en un comunicado.
