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Un juez imputa 110 delitos de pederastia por el 'caso Kárate'

El titular del Juzgado número 7 de Las Palmas de Gran Canaria, Miguel Ángel Parramón, dictó ayer un auto por el que imputa 110 delitos de abusos sexuales a los tres procesados en el caso Kárate. El magistrado considera que existen indicios evidentes para inculpar al propietario de la academia de artes marciales y campeón de España de kárate, Fernando Antonio Torres Baena, y las monitoras del gimnasio María José González Peña (su pareja) e Ivonne González Herrera por abusos sexuales continuados cometidos contra 61 alumnos del centro. Además, ratifica la prisión provisional para los tres procesados y fija una fianza de seis millones de euros que deberá ser depositada en sede judicial para asegurar las posibles indemnizaciones a las víctimas. El juez ha ordenado que se mantenga la libertad provisional para otro de los procesados, Juan Luis Benítez Cárdenes, con la imposición de una fianza de 400.000 euros.

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A Torres Baena, el principal acusado, se le imputan 55 delitos: 16 por abusos sexuales a menores de 13 años, 25 de abusos sexuales con prevalecimiento, 6 por estupro, 13 por corrupción de menores y un delito por tenencia ilícita de armas, al encontrarse durante el registro policial una pistola marca Derringer en el domicilio del acusado.

El juez imputa a González Peña y a González Herrera por la comisión de 26 y 29 delitos de abusos sexuales y corrupción de menores, respectivamente. A Benítez Cárdenes se le acusa de tres presuntos delitos de abusos.

El auto pone de manifiesto la magnitud de una trama de abusos sexuales que va camino de convertirse en uno de los casos de pederastia más graves de España. Según las investigaciones, los acusados mantuvieron, presuntamente, relaciones sexuales con 61 menores a lo largo de varias décadas. Los abusos se producían tanto en las dependencias del gimnasio de kárate (en Las Palmas de Gran Canaria) como en el domicilio de Torres Baena (en la localidad gran canaria de Telde). Según el magistrado que instruye la causa, los acusados actuaban como una secta sexual en la que aprovechaban "su relación de dominio y jerarquía" con los alumnos menores para "captarlos y promover, favorecer, planear y ejecutar toda clase de contactos sexuales para satisfacer" sus "deseos sexuales". El control sobre los alumnos era ejercido por Torres Baena seguido por su compañera sentimental, González Peña, y por los monitores Ivonne González Herrera y Juan Luis Benítez, quienes coaccionaban a los jóvenes para tener relaciones sexuales. En total se ha tomado declaración a 177 alumnos de la escuela, de los que, al menos, 61 fueron obligados por el dueño del gimnasio y los monitores a practicar sexo.La mayor parte de las víctimas fueron objeto de abusos desde los 10 años y en la mayoría de los casos las relaciones sexuales se perpetuaban hasta los 14 años.

La red fue descubierta a raíz de la denuncia de un alumno, el pasado mes de enero. Tras la repercusión mediática que tuvo el caso, se fueron sumando nuevos testimonios de personas que aseguraban haber sido obligadas a mantener relaciones sexuales. Según la investigación judicial, las prácticas pedófilas en el gimnasio no son recientes. Hay ex alumnos del gimnasio que aseguran haber sido objeto de abusos desde los años ochenta, cuanto contaban con 10 años de edad, y que nunca se atrevieron a denunciar.

El caso Kárate ha conmocionado a la sociedad canaria y despertado una profunda indignación, avivada tras hacerse pública la intención de Torres Baena de registrar la denominación "caso Kárate" con vistas a publicar un libro.

Fernando Torres Baena.
Fernando Torres Baena.

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