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Conflicto en la frontera de Melilla

Rubalcaba: "Hacemos política exterior con la cabeza; ellos, a cabezazos"

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que el lunes acudirá a Rabat para cerrar acuerdos en materia de seguridad con el Gobierno de Marruecos y, de paso, para dar por finiquitada oficialmente la crisis de la frontera de Melilla, afirmó ayer que el viaje de Aznar a la ciudad autónoma "demuestra que hay dos formas de hacer política exterior: con la cabeza o a cabezazos. El Gobierno prefiere la primera; es la más eficaz para resolver los problemas. La segunda, la de Aznar y Rajoy, puede conducir a 'gestas gloriosas' que suelen envenenar las relaciones entre los países".

En declaraciones a este periódico, Rubalcaba se refirió al papel desempeñado por el líder del PP, Mariano Rajoy, en ese asunto: "Rajoy interrumpió sus 'merecidas' vacaciones para venir unas horas a Madrid y 'hacer que hacía", dijo el ministro del Interior. "Aznar se lo chafó con su viaje a Melilla. Si Rajoy dio su visto bueno al ejercicio de vigorexia política de Aznar, malo. Si se lo tuvo que tragar, casi peor. No sería ni el primer ni el último ejemplo de la debilidad interna de Rajoy".

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Las declaraciones de varios portavoces del PP que alimentaron y calentaron la crisis en Melilla, y en concreto las del enviado de ese partido a la ciudad autónoma, el vicesecretario de Comunicación, Esteban González Pons, quien calificó la situación como de "máxima tensión", le merecieron a Rubalcaba esta reflexión: "En esto de Melilla, como en la crisis económica, Rajoy ha seguido su máxima preferida: cuanto peor, mejor".

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