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Tensión en las relaciones con Marruecos

"Los melillenses no se divertirán aquí"

Mónica Ceberio Belaza

El 23 de agosto se dio oficialmente por zanjado el conflicto fronterizo de Melilla tras la visita a Rabat del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. Desde entonces, sin embargo, ha habido ligeras réplicas del terremoto de verano. A principios de septiembre, la Gendarmería marroquí expulsó a una cuarentena de barcos de recreo de ciudadanos de Melilla que fondeaban en aguas del reino alauí. Marruecos alegó que las embarcaciones carecían de los permisos necesarios, pero se trataba de una acción sin precedentes hacia los melillenses que, encerrados en 12 kilómetros cuadrados, suelen salir los fines de semana a las playas del país vecino. Fuentes marroquíes señalan que se seguirá haciendo cumplir estrictamente la ley.

Mientras tanto, los agitadores de la frontera marroquíes siguen preparando acciones. Ayer se concentraron para protestar por la visita de Mariano Rajoy, con fotomontaje incluido de Aznar, Imbroda y el propio Rajoy rodeados de basura. Hoy celebrarán, allí también, un acto religioso. Y aseguran que las autoridades marroquíes empezarán a controlar la legalidad de los arrendamientos y a hostigar de distintas formas a los melillenses con casas de veraneo en Marruecos. "No se divertirán en nuestro país", aseguraba ayer Said Chramti, de la Asociación Gran Rif de Derechos Humanos.

Recientemente ha habido también problemas con los pasaportes. Los nuevos documentos que comenzó a expedir el país vecino hace meses usaban un sistema informático que, cuando el lugar de nacimiento del marroquí era Ceuta o Melilla, directamente asignaban como país de origen Marruecos. Policías de frontera y consulados empezaron a encontrar pasaportes en los que aparecía como ciudad de nacimiento "Melilla-Maroc". Hubo un cierto desconcierto. Se paralizaron algunas tramitaciones de visados en los consulados, pero la policía de frontera en Melilla recibió finalmente órdenes de dejar pasar a los dueños de estos pasaportes. Fuentes del reino alauí aseguran ahora que el programa informático se ha cambiado y que ni a Ceuta ni a Melilla se les asigna ya país alguno: no aparecen como españolas pero tampoco como marroquíes.

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Sobre la firma

Mónica Ceberio Belaza
Reportera y coordinadora de proyectos especiales. Ex directora adjunta de EL PAÍS. Especializada en temas sociales, contó en exclusiva los encuentros entre presos de ETA y sus víctimas. Premio Ortega y Gasset 2014 por 'En la calle, una historia de desahucios' y del Ministerio de Igualdad en 2009 por la serie sobre trata ‘La esclavitud invisible’.

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