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Entrevista:DAVID COULTHARD | Piloto de F-1 entre 1994 y 2008 | MUNDIAL DE F-1 | Gran Premio de Japón

"Alonso es lo que los demás quieren llegar a ser"

Oriol Puigdemont

David Coulthard (Gran Bretaña, 1971) es un tipo de esos que mantiene el señorío hasta en las condiciones más adversas, como las que se dieron ayer en Suzuka: llovió tanto que la clasificación del Gran Premio de Japón se tuvo que posponer hasta las diez de esta mañana (las tres de la pasada madrugada en España), solo cinco horas antes de la carrera (8.00 en directo y 14.00 en diferido, La Sexta y autonómicas). Coulthard es el último gentleman de la F-1, y desde que se retiró en 2008 comenta las carreras para la BBC junto a Eddie Jordan, un mito del automovilismo, con quien forma un dúo de lo más pintoresco. Coulthard ganó 13 carreras, pero nunca fue campeón mundial.

Pregunta. En el programa especial de la BBC antes del Mundial, usted dio a Red Bull como favorito y sus compañeros de tertulia se destornillaron de la risa.

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Respuesta. Es que yo sé de qué hablo (se ríe). Tengo muy buena relación con Red Bull, el año pasado el equipo ya creció mucho, y yo también sabía en qué dirección trabajaba de cara a este.

P. Ha escapado ileso de un accidente de avión (2000) y ha corrido para tres de los mejores equipos (Williams, McLaren y Red Bull). ¿Siempre cae de pie?

R. En ese accidente de avión murieron los dos pilotos y yo solo me fracturé algunas costillas. Tenía 30 años y podía haber muerto. Ahora tengo 39, dos críos y un trabajo que me fascina y que me permite viajar por todo el mundo. Sin duda, soy un tío con suerte.

P. Tras el accidente, ¿tardó mucho en volver a volar?

R. Dos días. Eso fue un martes y el jueves fui a Barcelona porque había carrera. Quedé segundo.

P. Trabajó junto a Ayrton Senna. ¿Qué recuerda de él?

R. En 1994 yo era piloto de pruebas de Williams. Ayrton era un corredor y una persona increíble. Y no lo digo porque muriera. Cualquiera que trabajara con él sabe que tenía algo especial.

P. ¿Qué pensó cuando le dijeron que iba a conducir su coche?

R. Tuve sensaciones contrapuestas. Por un lado aún estaba en estado de shock por lo que acababa de suceder en Imola, con las muertes de Ratzenberger y Senna. Pero, a la vez, conocía el coche y llevaba tres años como probador. Esa era mi oportunidad. Nunca pensé en reemplazar a Ayrton porque era un piloto increíble, lo único que hice fue hacerlo lo mejor que supe. Eso me permitió seguir en la F-1.

P. Usted ha pilotado para McLaren y para Red Bull. ¿Qué diferencias hay entre uno y otro?

R. McLaren tiene una larga historia en la F-1, mientras que Red Bull es mucho más joven. Es verdad que antes fue Jaguar y antes, Stewart, pero su forma de transitar por este negocio es muy distinta. La profesionalidad de la gente es la misma en ambos bandos, pero los recursos disponibles, no. Red Bull invierte mucho dinero cada año y así se ha generado las opciones de crecer hasta convertirse en un aspirante al título como lo es siempre McLaren.

P. Usted trabajó con Adrian Newey. ¿Es realmente tan bueno?

R. Sin duda. Estuve con él en Williams y en McLaren, y cuando fiché por Red Bull presioné al máximo para que lo contrataran. Es un ingeniero y un diseñador impresionante, pero lo más importante es saber concederle la libertad técnica que necesita. Sus coches han ganado más carreras que los de ningún otro diseñador.

P. ¿Es verdad que tuvo un enfrentamiento con él por la posición de los espejos en el coche?

R. Sí, pero conseguí que los cambiara de sitio. Él no quería porque eso generaba una pérdida de eficacia aerodinámica, pero con esos retrovisores no podía ver a los demás coches y era muy fácil sufrir accidentes. Él es piloto y por eso pude convencerle.

P. Red Bull tiene el monoplaza más eficaz. ¿No cree que debería haber ganado ya el título?

R. Es que la F-1 es muy complicada porque compites contra equipos con mucha experiencia, como Ferrari o McLaren. Tener el coche más rápido no es siempre una garantía de que vas a ganar. Aunque lo poseas al principio, lo importante es poder mantenerlo hasta el final.

P. ¿Entonces, no cree que se hayan hecho nada mal?

R. Es muy fácil criticar, pero uno tiene que estar dentro para saber realmente cómo y por qué se toman las decisiones. El equipo perfecto no existe. En Ferrari y en McLaren también toman decisiones criticables.

P. ¿No cree que tener a los dos pilotos peleando por el título puede llegar a ser perjudicial?

R. Por un lado, sí. Pero, a la vez, tampoco sabes nunca a cual de los dos le sobrevendrá un problema. Tener a un primer piloto y a un segundo te limita tus posibilidades. Lo mejor es contar con dos números uno, dejarlos competir y en el momento indicado decidir a cuál de ellos vas a apoyar. Si, como ocurre ahora en Red Bull o McLaren, los dos están peleando por el Mundial, entonces tienes un problema. Pero Ferrari, por ejemplo, arriesga mucho más porque solo tiene a Fernando.

P. Parece que Vettel es, definitivamente, la apuesta de Red Bull.

R. Sebastian forma parte de Red Bull desde hace muchos años, y, evidentemente, Alemania es un mercado muy interesante para la marca.

P. ¿Qué opina de la recuperación de Alonso?

R. Fernando es eso que los demás quieren llegar a ser. De los cinco que están ganando carreras, él es el único que posee dos títulos. Es un piloto increíble y no comete errores. Este año falló en Spa y en Mónaco, y eso ya es demasiado para él. Pero es de los que menos errores concede.

P. ¿Entiende la frustración de Massa?

R. Por supuesto. Yo también viví las órdenes de equipo en McLaren, y es frustrante porque tú pones toda tu energía en tratar de ganar y el equipo te limita las opciones. Tienes que entenderlo porque eso beneficia a la escudería, pero emocionalmente es muy difícil de aceptar. Lo que pasa es que Felipe tiene que demostrar en la pista que no es segundo piloto de nadie.

David Coulthard, el pasado abril.
David Coulthard, el pasado abril.REUTERS

Otro revés para Hamilton

Lewis Hamilton no gana para sustos. Si en las dos últimas carreras dejó su marcador a cero por dos abandonos, y bajó así hasta la tercera plaza del Mundial, ayer en Suzuka sufrió otro patinazo sin apenas rodar. Hamilton solo pudo dar tres vueltas al circuito, inundado por el agua, pero suficientes para que sufriera un problema en la caja de cambios de su McLaren y tuviera que cambiarla. El reglamento indica que dicho elemento no puede cambiarse durante cuatro carreras. Como Hamilton no ha cumplido esta norma, fue castigado con cinco posiciones en la parrilla de salida respecto al lugar en el que acabe la clasificación.

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