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El PP lanza una ofensiva para exigir que Batasuna no pueda presentarse

Aznar y Cospedal marcan la pauta, Basagoiti templa pero pide una 'cuarentena'

Carlos E. Cué

El PP está inquieto. Todos los dirigentes consultados tienen la sospecha de que algo se está moviendo en la línea básica en la política antiterrorista marcada por el Gobierno: mano dura, goteo de detenciones y desarticulaciones de la dirección de ETA y freno a Batasuna, cuyo principal dirigente, Arnaldo Otegi, está en la cárcel.

Los populares, según analizaron el lunes en maitines, desconfían de José Luis Rodríguez Zapatero. Mariano Rajoy mantiene públicamente una posición muy cauta, y sigue concentrado en su línea estratégica: economía, economía y economía.Sin embargo, espoleado en este asunto por los medios conservadores y por el ala más dura de su partido, Rajoy ha enviado a sus segundos a lanzar una clara ofensiva de aviso: si "ETA-Batasuna o su entorno" logra presentarse a las elecciones municipales de 2011, por "acción u omisión" del Gobierno, haya o no condenado antes la violencia, el PP retirará el apoyo a la política antiterrorista del Ejecutivo.

El ex presidente dijo que legalizarla sería aceptar su "lenguaje viscoso"
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En ausencia de un mensaje claro de Rajoy, que sigue concentrado en la economía, fue la secretaria general, Dolores de Cospedal, que en el reparto de papeles del PP cumple siempre el de contentar al ala dura del partido y sus votantes, quien marcó la pauta. Pero vino a reforzarla, como casi siempre en estos asuntos,José María Aznar, que recibió, en presencia de Rajoy, un premio de la Fundación San Pablo CEU. El ex presidente se opuso a cualquier legalización de Batasuna "mediante grotescos juegos de palabras" aceptando su "lenguaje viscoso pensado para no condenar el terrorismo". Si se hace, dijo, se estará "cerrando los ojos a décadas de sufrimiento y de infamia" lo que supondría "nuestra propia derrota", la de los demócratas.

En el PP vasco hay algunos dirigentes que creen que Batasuna no debe presentarse a las municipales porque no da tiempo a comprobar si es verdad o no que se separa de ETA. Dicen que podría presentarse más adelante, en las generales o las siguientes autonómicas. Pero estos dirigentes tampoco quieren que el PP se quede fuera del proceso del fin de ETA. Ahora que los populares apoyan al Gobierno del PSE, no quieren repetir la estrategia de María San Gil, ser los "agoreros" y quedarse fuera. Quieren estar en el proceso para controlarlo. Dicen que se fían de Patxi López, que les insiste en que Batasuna no estará en las elecciones, pero no de Zapatero, que disparó las alertas al decir que los movimientos de la izquierda abertzale "no serán en balde". Por eso buscan un discurso intermedio.

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El líder de los populares vascos, Antonio Basagoiti, exploró ayer ese punto indefinido en un desayuno organizado por Vanity Fair. Dijo que el "futuro de la paz y la libertad se tiene que hacer con el PP", mostrando que su partido quiere estar en el meollo, pero se inventó una fórmula alegal: una cuarentena de ETA y su entorno, de unos cuatro años, antes de poder presentarse a las elecciones, para comprobar si su voluntad de abandonar la violencia y hacer política es real.

El ex presidente del Gobierno José María Aznar saluda a Mariano Rajoy en un acto celebrado ayer en Madrid.
El ex presidente del Gobierno José María Aznar saluda a Mariano Rajoy en un acto celebrado ayer en Madrid.LUIS SEVILLANO

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