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43 detenidos en el mayor golpe policial al robo de cobre en Barcelona

Jesús García Bueno

El metal cotiza al alza en el mercado ilegal y el afán de lucro moviliza a bandas de delincuentes que roban cobre, latón y acero en fábricas de media España. La sustracción de ingentes cantidades de metal azota sobre todo a Cataluña, donde los Mossos d'Esquadra han asestado ahora uno de los mayores golpes contra dos grupos organizados. La policía autonómica ha detenido a 43 personas que, presuntamente, robaron cable de cobre por valor de 8,5 millones.

Un pequeño ejército de ladrones reincidentes causa estragos en empresas de suministros, pero también en servicios básicos como la telefonía, la electricidad y el ferrocarril. En lo que va de año, los Mossos han practicado 1.042 detenciones por este delito estrella que ha ido en imparable aumento en los últimos años.

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Las dos últimas operaciones han puesto de relieve la íntima relación entre los ladrones y algunas chatarrerías que reciben el material a sabiendas de que es robado y lo venden a intermediarios o fundiciones. Estas lo mezclan con otro material de procedencia lícita, por lo que el robo queda camuflado. Entre los arrestados, de hecho, hay cuatro chatarreros.Los Mossos han comprobado que buena parte del metal robado tiene como destino el mercado chino, que precisa grandes cantidades de cobre y acero para mantener su desarrollo económico. Pero cuando el material llega al puerto de Barcelona para ser cargado en contenedores, ya se le ha perdido por completo el rastro. "Aquí llega transformado en lingotes y barras. La empresa que lo exporta a China es ajena a la travesía del metal y en la aduana se inspeccionan las mercancías que entran, no tanto las que salen. Hacerlo de otra forma no sería operativo", explicó ayer una fuente policial ligada al puerto.

"El control debe hacerse antes de que el cable se funda y renazca como si fuera nuevo. Hay que hacerlo en las chatarrerías", insistió la citada fuente. Y a eso se han aplicado los Mossos d'Esquadra desde que, el pasado agosto, pusieron en marcha un operativo especial para frenar el auge de esta clase de delitos. Desde entonces, han inspeccionado 300 establecimientos y han hallado irregularidades en la mitad de ellos, detalló ayer el intendente Jordi Bascompte, jefe de la División de Investigación Criminal.

La cadena que permite blanquear el metal es compleja, pero eficaz. En los casos investigados, se ha demostrado que las chatarrerías y empresas de reciclaje no solo compran el material robado, sino que informan a los ladrones de las empresas que pueden asaltar. El metal se limpia para borrar su origen y salta de esas chatarrerías cómplices a intermediarios o fundiciones que nada tienen que ver con el robo y que no pueden conocer la procedencia del cobre. "Llega un momento en que no hay forma de saber de dónde ha salido, el origen queda camuflado", señaló Bascompte.

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Una de las dos bandas desarticuladas actuaba en el Baix Llobregat. Los agentes comprobaron que una chatarrería de L'Hospitalet movía grandes cantidades de material sustraído y que recibía a diario clientes con un largo historial delictivo. El responsable del negocio escondía kilos y kilos de cable en un almacén y los camuflaba entre escombros.

En una de sus acciones más espectaculares, a principios de octubre, la banda asaltó una empresa de Sant Feliu de Llobregat y se llevó 50 toneladas de grifos que en el mercado alcanzan un valor cercano a los tres millones de euros. Semanas después, el grupo forzó otra empresa de suministro de cables a grandes infraestructuras en Abrera. Esta vez, los Mossos les esperaban y detuvieron a ocho de ellos en flagrante. Después tiraron del hilo y arrestaron a los 23 presuntos miembros de la red.

La policía ha recuperado parte del material (dos toneladas de metal) y hace gestiones para que lo que ya está en China vuelva a sus legítimos propietarios. En ocasiones, el grupo usaba a menores para cometer los robos.

El otro grupo desarticulado actuaba también en el área metropolitana y es responsable, presuntamente, de 20 robos. Los ladrones asaltaban las empresas de noche y de forma violenta. Colocaban el material en el mercado negro con ayuda de empresas de reciclaje. Antes, lo "limpiaban" para eliminar cualquier rastro que evidenciase el origen del material para llevarlo a empresas legales.

Solo uno de los 43 detenidos ha ingresado en prisión porque "el marco legal es el que es", señaló el intendente. La policía considera que el grupo se distribuía las tareas a la perfección y que causó "estragos" en los servicios públicos, ya que el robo de cable puede provocar interrupciones en el Adif, Telefónica o Endesa. Sin embargo, no se ha podido acreditar asociación ilícita, una acusación que agrava el delito y, por tanto, aumenta las posibilidades de que el juez dicte prisión provisional.

El robo de cable de cobre en Cataluña

- Los Mossos han practicado 1.042 detenciones de ladrones de cobre y otros materiales en lo que va de año.

- Desde la puesta en marcha de un operativo especial en agosto, la policía ha inspeccionado 300 chatarrerías y ha hallado irregularidades en la mitad de ellas.

- La División de Investigación Criminal ha desarrollado 35 investigaciones de grupos organizados, de las cuales 11 han finalizado y 24 siguen en marcha. En estas operaciones, 23 personas han ingresado en prisión.

- El valor del metal (cobre, latón y acero) sustraído por las dos bandas ahora desarticuladas asciende a 8,5 millones de euros en el mercado legal.

- De los 43 detenidos, solo una persona ha ingresado en prisión provisional; el resto están en libertad con cargos.

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Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.

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