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Farjas pide al Gobierno que respete la "soberanía gallega"

Pablo Linde

En la lucha por reducir la abultada factura de medicamentos de Galicia, la Consellería de Sanidade es firme defensora de crear catálogo que restrinja el número de fármacos subvencionados por la Xunta. Su titular, Pilar Farjas, consideró ayer "una falta de respeto a la soberanía gallega" las voces que señalan la ilegalidad de tal iniciativa, impulsada por el PP en el Parlamento. Se refería, sobre todo, a tres voces: el PSdeG, el Ministerio de Sanidad y la patronal Farmaindustria. Las compañías farmacéuticas han presentado un informe jurídico donde se destaca la falta de competencias de la comunidad para crear un catálogo con menos medicinas que el nomenclátor nacional, que determina los que deben ser financiados en toda España.

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El catálogo, que se creará a través de una ley que prepara el Parlamento, puede ser recurrido por parte del Gobierno central, ya que la ley de cohesión sanitaria da al Ministerio de Sanidad la competencia para determinar qué medicinas se sufragan. En opinión de Farjas, la iniciativa del PP en la Cámara es "un ejercicio de responsabilidad, porque busca posibilitar que en Galicia se prescriba el mejor fármaco al mejor precio, sobre todo cuando hay alternativas igual de seguras y eficaces que cuestan menos". Sobre los detalles de la medida, prefirió esperar para conocer el "el contenido final, que va a determinar cuál es el mandato que el Parlamento hace al Gobierno de Galicia".

La conselleira se refirió a este proyecto de ley en la presentación de la sexta fase de la promoción de medicamentos genéricos. Según señaló, en algo menos de año y medio se han ahorrado 6,1 millones de euros con estas medidas, cifra que parece ridícula al lado de los más de 100 millones anuales que se pretenden ahorrar con el catálogo gallego. La diferencia estriba en que, mientras la primera iniciativa incentiva a los profesionales a recetar determinados genéricos -en esta sexta fase se promocionan tres: uno contra la hipertensión, otro para tratar la artritis y un tercero contra la osteoporosis-, con el catálogo se impone la prescripción de las medicinas más baratas y el facultativo sólo puede acudir a otros en casos excepcionales. El mecanismo que determine estas situaciones todavía no está muy claro y tiene que ser pulido en la tramitación de la ley.

En una rueda de prensa, Farjas también aseguró que las posturas entre su departamento y el hospital Povisa de Vigo están "muy próximas" en diversos puntos para la renovación del concierto del Servizo Galego de Saúde (Sergas), que expira a 31 de diciembre. La conselleira reiteró la "absoluta voluntad explicitada de continuidad", así como la garantía a los trabajadores de que el sanatorio va a seguir cumpliendo la prestación asistencial para la población, por lo que descartó la necesidad del ERE que planteó la empresa.

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Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.

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