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'Cábalas embarradas' sobre la nueva presidencia

El presidente en funciones del Constitucional, Javier Delgado Barrio, convocará la próxima semana el pleno que debe elegir el nuevo presidente de la institución, con la "anomalía", según dijo, de no haber sido renovados los cuatro magistrados del Congreso. Una anomalía que alienta lo que la ya expresidenta María Emilia Casas denominó designaciones "embarradas por todo tipo de cábalas y supuestas negociaciones políticas al margen del Parlamento".

Pero, al término de la ceremonia, el mundillo de políticos, magistrados y periodistas se enzarzó ya en ese tipo de cábalas, más o menos embarradas, sobre el próximo presidente. Un presidente que aún no se sabe si será transitorio o con vocación de permanencia, pero que en todo caso tendrá su mandato limitado por el tiempo que tarden en ser renovados los magistrados del Congreso. Es decir, por el tiempo que quiera el PP si renuncia a su candidato, Enrique López, a menos que el PSOE decida asumirlo. López, por cierto, se dejó ver ayer por la ceremonia de relevo, pero se mantuvo en un plano discreto.

Siete a cuatro

Tras la renovación de ayer, la correlación de fuerzas es, teóricamente, de siete magistrados del bloque progresista frente a cuatro del sector conservador, por lo que, en principio, el elegido debería ser del bloque progresista. Si se optara por un presidente de transición, el cargo podría recaer en Elisa Pérez Vera, la que más trabajó para sacar adelante la sentencia del Estatuto catalán, o en Eugeni Gay, quien ha aparecido en algunas quinielas, aunque ayer ya se cuidó de precisar que no le gusta aparecer como candidato. Mientras unos apuntan que los magistrados que han concluido su mandato, como Gay o Pérez Vera, no deben acceder a la presidencia, otros subrayan que como magistrados "en funciones" lo son a todos los efectos.

Si se opta por un presidente con vocación de permanencia -que deberá superar otra votación tras la renovación del Congreso-, las apuestas se decantan por Pascual Sala, que contaría con más teóricos apoyos en el sector progresista, frente a Manuel Aragón, al que se supone más del gusto de los conservadores, tras su intervención en la sentencia del Estatuto. Pero la elección se puede complicar si concurren tres candidatos, aunque en caso de empate entre dos Sala se impondría por su mayor edad. Y puede complicarse aún más: como recordaba algún magistrado, en otras elecciones ha habido votos en blanco e incluso votos nulos.

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