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El 'botellón' de la Complutense tendrá más vigilancia policial a partir de ahora

Pilar Álvarez

Universidad Complutense, el pasado viernes por la noche. Un grupo de chicos se sube a la estatua Los portadores de la antorcha -en la que un hombre derribado pasa una llama a otro más joven- durante un botellón. Resultado: la antorcha se rompe. Había entre 700 y 1.000 personas bebiendo en distintos espacios del campus (principalmente los alrededores de Medicina y Ciencias de la Información), según estiman los vigilantes esa noche y explica después un portavoz de la Complutense. Al día siguiente, la parte dañada de la escultura es trasladada al taller para arreglarla. Ayer, cinco días después, tuvo lugar una reunión a tres bandas -Ayuntamiento de Madrid, Delegación de Gobierno y Complutense- y del encuentro salió un acuerdo: reforzar el dispositivo de seguridad para evitar vandalismo y botellón.

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Hasta ahí el titular. El resultado es un tanto vago. Habrá más control del botellón a partir de hoy mismo "si fuera preciso", según un portavoz de la Delegación de Gobierno, que no aclara cuántos agentes habrá ni a qué horas. Tampoco el Ayuntamiento especifica cuántos policías municipales patrullarán por la zona. Los nacionales, según la delegación, controlarán las salidas del metro, mientras que los municipales intentarán eliminar los puestos de venta ambulante de alcohol y comida, además de intensificar los controles de alcoholemia. Los decanos de la Complutense se comprometieron, por su parte, a repetir y dejar claro un mensaje que los alumnos ya deberían conocer: no están permitidas las fiestas con alcohol en el campus. Aunque, según explica un portavoz de la universidad, "en lugar de hacerlo dentro de las facultades, lo hacen en la calle".

Si se producen altercados, según Delegación y Ayuntamiento, debe ser la propia Complutense la que reclame y autorice la presencia policial más allá del entorno del campus. Cosas de la autonomía universitaria, explican desde el Consistorio. La universidad, por su parte, espera que la presencia policial "sea discreta y con carácter preventivo y disuasorio".

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Sobre la firma

Pilar Álvarez
Es jefa de Última Hora de EL PAÍS. Ha sido la primera corresponsal de género del periódico. Está especializada en temas sociales y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en este diario. Antes trabajó en Efe, Cadena Ser, Onda Cero y el diario La Opinión. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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