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Tráfico defiende la legalidad del cambio frente a las dudas del PP

"Las sanciones se imponen por atentar contra la seguridad vial, pero [el objetivo de la rebaja del límite de velocidad] es reducir el consumo energético. No está claro que tenga buena cobertura jurídica". La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, sembraba dudas sobre el cambio normativo aprobado el viernes por el Consejo de Ministros y que entró ayer en vigor. A partir de las seis de la mañana, y en principio hasta el 30 de junio, el máximo en autopistas y autovías bajaba de los 120 a los 110 kilómetros por hora para turismos y motocicletas. El Real Decreto 303/2011 modificó el Reglamento General de Circulación en lo que se refiere a este límite, y la Ley sobre Tráfico para dejar al margen del cambio el carné de puntos.

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El decreto se motiva: "Razones diferentes a las relacionadas con la siniestralidad pueden exigir el establecimiento de determinados límites de velocidad que permitan conseguir objetivos en otros ámbitos o áreas no relacionados con la seguridad vial. Es el caso de la reducción del consumo de energía".

Interpretación torticera

Así, el objetivo no es reducir los accidentes sino el gasto de combustible. Las dudas del PP se explican por este motivo, y por este motivo la empresa Dvuelta (especializada en recurrir sanciones de tráfico) presentó ayer un recurso ante la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Supremo, solicitando además la suspensión cautelar de la medida. Además, la empresa puntualiza que los límites podrían haberse modificado en función de la Ley de Hidrocarburos, pero para ello debería haberse esgrimido un escasez de suministro, "circunstancia que no se ha producido ni ha sido invocada".

En opinión de la Dirección General de Tráfico, el recurso solo busca "llamar la atención" con "una interpretación torticera" de la ley. Según explica Ramón Ledesma, subdirector de Normativa del organismo, el cambio normativo es "absolutamente legal" y cuenta con el aval del Consejo de Estado. "La ley no entra a valorar los motivos por los que se establecen los límites de velocidad", asegura. Y añade: "Si no, el conductor tendría que preguntarse por las razones de cada señal y las consecuencias de incumplir la norma dependiendo de los motivos de esta". Ledesma pone como ejemplo la rebaja de velocidad en carreteras catalanas, en vigor hasta hace semanas, por motivos, entre otros, medioambientales.

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