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El presidente se muestra próximo a Eguiguren

El presidente del Gobierno quiso dejar expresos ayer su reconocimiento y respeto al presidente de los socialistas vascos, Jesús Eguiguren, sentado a su izquierda, mientras el lehendakari, Patxi López, le flanqueaba por la derecha. Lo hizo de modo evidente ante el Gobierno vasco y la ejecutiva del PSE, los miembros de grupos parlamentarios, alcaldes, ediles y candidatos que asistieron a la fiesta anual de los socialistas vascos.

Con López, Zapatero intercambió halagos -"eres el presidente que ha puesto a ETA contra las cuerdas", le dijo el lehendakari; "eres el lehendakari de la paz", le correspondió él-. Pero con Jesús Eguiguren pareció querer evidenciar que ni él ni el PSOE le dejarán solo.

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Zapatero pasó buena parte del tiempo de la intervención del lehendakari intercambiando comentarios con el presidente del PSE-EE, a quien el PP ha convertido en blanco preferente de ataques. En las atrevidas y muchas veces polémicas declaraciones de Eguiguren justifican en parte los populares las acusaciones de doble juego a los socialistas y la desconfianza en la gestión del fin de ETA que realiza el Gobierno.

Pero el trato deferente y atento que Zapatero le dio ayer durante la Fiesta de la Rosa adquirió un especial significado y, para Eguiguren, es de suponer que un gran valor. Y es que llegaba dos días después de que, no ya el PP, sino la propia presidencia del Gobierno vasco usara la expeditiva vía de una nota con membrete oficial para desmarcarse, citándole por su nombre, de unas declaraciones que había realizado Eguiguren horas antes en la radio vasca.

Eguiguren había apuntado a una ruptura del pacto con el PP vasco, que sostiene al lehendakari, Patxi López, y descartó acuerdos con los populares tras el 22-M. Además, al referirse al tiroteo en Francia entre dos etarras y agentes franceses en el que resultó herido un agente, el presidente de los socialistas vascos había dicho: "La gente no está quieta mientras vive. Mientras una organización [ETA] existe, tiene que comer, tiene que andar. Una tregua no significa que entran en un agujero y que están quietos".

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Esas afirmaciones irritaron a algunos dirigentes del Gobierno vasco, empezando por el consejero de Interior, Rodolfo Ares. Y López acabó desautorizando a Eguiguren en una nota oficial. Es inédito que la presidencia de un Gobierno use una vía tan formal e institucional para arreglar cuentas con tan destacado miembro del partido que lo sustenta.

Además de la complicidad hacia él que quiso mostrar con la conversación en el acto, Zapatero remató su guiño hacia el presidente del PSE-EE desde el micrófono. "Jesús, defenderemos a los que han luchado por la paz", le dijo. Después dejó dicho que para la paz él estará siempre disponible, también una vez que abandone La Moncloa.

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