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Tercera caja intervenida

Ordóñez acelera los procesos de recapitalización pública de cajas

Tras la toma de la CAM, el Banco de España revisa los procesos de entrada en el capital de Unnim, CatalunyaCaixa y Novacaixagalicia para acortar los plazos

Íñigo de Barrón

El estrépito provocado por la fulgurante caída de la Caja Mediterráneo -una entidad con 70.000 millones en activos- todavía durará tiempo. Y sus consecuencias en los mercados son una incógnita. Pero el Banco de España no puede descansar. No hay tiempo que perder si se quiere reducir la prima de riesgo española, muy dependiente de la recapitalización del sistema financiero. Por eso, el supervisor mantendrá reuniones y contactos la semana entrante con responsables de las tres cajas que han solicitado como primera opción la ayuda directa del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para cerrar sus planes con la mayor brevedad posible.

Unnim (fruto de la fusión de (Caixa Sabadell, Terrassa y Manlleu) negocia cerrar una fusión (habló con Ibercaja y Banca Cívica, entre otros) o recibir 568 millones del Estado. El Banco de España quiere deshojar la margarita cuanto antes. Novacaixagalicia y CatalunyaCaixa buscan inversores privados que entrarían en el capital con el FROB. El organismo dirigido por Miguel Fernández Ordóñez quiere conocer la posibilidad real de que fructifiquen las negociaciones para que no se alarguen. No se descarta que se tomen decisiones los primeros días de agosto aunque inicialmente el límite establecido es el 30 de septiembre. Los mercados (y algunos Gobiernos europeos) son insaciables y piden hechos.

El supervisor tendrá contactos con las cajas la semana entrante
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Entre lo solicitado inicialmente por CatalunyaCaixa, (1.718 millones), Novacaixagalicia, (2.622 millones que ahora podrían reducirse en 500 millones tras las desinversiones realizadas) y Unnim, el total suma 4.400 millones. En los tres casos, la llegada del fondo público supondría tomar el control del consejo de administración, salvo que los inversores privados lleguen con fuerza, lo que parece poco probable. Las valoraciones de Bankia y Banca Cívica de cara a su salida a Bolsa (en torno a 0,25 veces su valor contable previo a la emisión de nuevas acciones) apuntan a una amplia mayoría del accionariado para el FROB cuando recapitalice las entidades.

Aunque el Banco de España fuera mayoritario en el capital no tiene prevista la subasta de las entidades ni la nacionalización completa. Los planes pasan por mantener buena parte de los consejeros de estas cajas, aproximadamente a la mitad menos uno. El presidente será nombrado por el FROB. Los principales ejecutivos también conservarán su puesto, salvo algún caso concreto, porque el supervisor no cree que la situación de las cajas sea un problema de gestión estratégica. No obstante, el fondo de rescate será muy estricto con el cumplimiento de planes de recorte de sucursales y plantillas y cumplimiento de objetivos.

En segundo plano está Caja España que negocia una lenta fusión con Unicaja. Si se truncara, la entidad castellanoleonesa necesitará 463 millones, con la factura total subiría a 5.000 millones. Las agencias de calificación y bancos de inversión dudan de que con esta cantidad, además de los 2.800 millones recibidos por la CAM, se cierre la capitalización del sistema. Por eso, el reto del Banco de España es que las entidades "vuelen por su cuenta, con el dinero en los balances, y se demuestre que no hay más problemas", dice un experto

Los trámites legales (ninguno de los tres se ha convertido todavía en banco, una diligencia imprescindible) impiden tomar decisiones con la urgencia deseada por el supervisor y el Gobierno, pero se pretende avanzar en los planes de negocio presentados.

El jueves que viene Unnim y CatalunyaCaixa celebrarán sus asambleas para aprobar el traslado de todo el negocio a un banco. Un mes más tarde, el banco estará inscrito y todo se puede acelerar. Novacaixagalicia se ha puesto como plazo el 22 de agosto para presentar el precio a los inversores y cerrar sus operaciones. El banco, presidido por José María Castellano, será una realidad registral el 1 de septiembre. Responsables de las tres cajas piden paciencia porque saben que si aceleran los planes tendrán que bajar los precios, pero los mercados no se caracterizan por su estoicismo.

La solución de estas tres o cuatro entidades no es un asunto tan explosivo como el de la CAM, pero las convulsiones en los mercados europeos, marcados por el rescate de Grecia, precipitan los acontecimientos. "La CAM era lo urgente, la bomba que andaba suelta sin presentar planes creíbles. Esto está solucionado, pero es cierto que muchos ojos siguen mirando al sistema financiero español para determinar la prima de riesgo. Por eso hay prisa", reconoce una fuente de la Administración.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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