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El terrorismo suicida sacude Damasco

Dos coches bomba causan decenas de muertos cuando arranca la misión en Siria de la Liga Árabe y en medio de una ola de represión - La autoría es un misterio

Dos atentados dirigidos contra los servicios de seguridad causaron ayer, al menos, 44 muertos en Damasco coincidiendo con la llegada de una misión de observadores de la Liga Árabe que busca una salida a la crisis tras nueve meses de protestas contra el régimen de Bachar el Asad. Ninguna organización ha reivindicado todavía la autoría. "Tenemos más de 30 muertos y más de 100 heridos como consecuencia de los dos atentados", declaró el viceministro sirio de Relaciones Exteriores, Faysal Meqdad, tras acudir al lugar de uno de los ataques.

Un comunicado de prensa distribuido posteriormente señaló que la autoría podría atribuirse a una célula de Al Qaeda que se habría infiltrado dos días antes en el país procedente de Líbano, cuyos servicios de inteligencia habrían informado a los sirios. De acuerdo con esta hipótesis, Al Qaeda estaría echando leña al fuego de la revuelta siria para boicotear la misión de observación panárabe.

Una hipótesis apunta a que Al Qaeda está detrás de los atentados
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Los dos coches bomba estallaron en el barrio de Kfar Suseh. El primer vehículo hizo detonar los explosivos al intentar forzar su entrada en un complejo del Directorio de Seguridad General, mientras el segundo lo hizo cuando se encontraba aparcado frente a unas dependencias locales del Servicio de Inteligencia. "El terrorismo quiso que la primera jornada de los observadores en Damasco fuera trágica, pero el pueblo sirio hará frente a esta máquina de matar", agregó Meqdad, que también responsabilizó a Occidente de instigar las revueltas contra el régimen de Bachar el Asad.

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La ONU estima en 5.000 el número total de muertos desde que comenzaran las protestas y la represión posterior, en marzo pasado, aunque algunas organizaciones de derechos humanos elevan la siniestra estadística a más de 6.000. Frente a esta cifra de víctimas civiles las autoridades aseguran que también habrían muerto unos 2.000 miembros de las fuerzas de seguridad, objetivos de atentados como los de ayer y de emboscadas perpetradas por milicias clandestinas como el autodenominado Ejército Sirio Libre.

Organizaciones de derechos humanos han señalado que el régimen sirio, en una nueva escalada de la represión en regiones favorables a la oposición, ha proseguido con sus ataques en la zona de Jebel al Zauiya, al noroeste de Siria y cerca de la frontera con Turquía, donde en los últimos días se ha informado de la muerte de 160 personas. El incidente más grave se habría registrado en el pueblo de Kafr Oweid, documentado en un vídeo colgado en Internet donde aparecen docenas de cadáveres.

Los atentados eclipsaron los llamamientos formulados por activistas prodemocracia para protestar contra la misión de observadores de la Liga Árabe por temor a que su despliegue provoque una reacción aún más dura por parte del Gobierno contra los manifestantes. Precisamente el día anterior llegaba a Damasco una avanzadilla de esta misión, compuesta por una docena de agentes de seguridad y de personal legal de la Secretaría General de la Liga Árabe.

La misión de observación está encabezada por el veterano general sudanés Mohamed Ahmed Mustafá al Dabi y tiene previsto desplegar entre 150 y 200 observadores durante los próximos días. Su mandato será el de verificar el "cese de la violencia por todas las partes y asegurar la liberación de todos los detenidos en relación con la actual crisis", de acuerdo con el texto de la resolución, aprobada hace un mes por 19 de sus 22 miembros. No obstante, muchos líderes opositores sirios coinciden en que la decisión gubernamental de aceptar esta misión después de varias semanas de indecisión no deja de ser una maniobra para evitar que la Liga Árabe eleve el caso ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Algunos de estos líderes rebeldes sirios han llegado incluso a acusar al propio servicio de inteligencia de orquestar los ataques para sembrar un mayor caos y asustar a los observadores. Sean quienes sean los autores, las escenas emitidas por la televisión estatal siria y por el canal libanés Al Manar recordaban las vividas el pasado jueves en Bagdad, donde una quincena de atentados de diverso tipo se cobraba al menos 70 muertos.

La retirada del Ejército estadounidense de Irak hace cinco días podría haber supuesto el comienzo de una nueva etapa de enfrentamientos fratricidas entre árabes. Siria, de mayoría suní, se encuentra gobernada desde hace décadas por la secta de los alauíes -a la que pertenece la familia El Asad y gran parte de la clase gobernante-, de la misma forma que Irak se encuentra gobernado por el primer ministro chií Nuri al Maliki. Ambos mandatarios gozan del apoyo de Irán, que, además de patrón del movimiento de Hezbolá en Líbano, apoya a otras milicias chiíes.

Escenario de uno de los atentados con coche bomba que ayer golpearon un céntrico barrio de Damasco.
Escenario de uno de los atentados con coche bomba que ayer golpearon un céntrico barrio de Damasco.MUZAFFAR SALMAN (AP)

Las revueltas en 2011

- Enero. Las protestas en Siria empezaron el 26 de enero influidas por otras revueltas en países árabes. Los manifestantes reclamaban reformas políticas, el restablecimiento de los derechos civiles y el fin del estado de emergencia, instaurado en 1963.

- Marzo. El 15 de marzo es el Día de la Ira. Los sirios se manifiestan en varias ciudades del país. En la ciudad sureña de Deraa, las fuerzas de seguridad disparan contra los manifestantes causando varios muertos. Tras sacar los tanques a la calle, el Gobierno sirio anuncia algunas medidas conciliadoras para tratar de apaciguar las protestas. Docenas de presos políticos son liberados. El presidente, Bachar el Asad, acusa a los rebeldes de ser agentes israelíes.

- Abril. El primer día del mes, las autoridades levantan el estado de emergencia, en vigor desde 1963.

- Mayo. Los tanques entran en Deraa, Banyas, Homs y los suburbios de Damasco para tratar de acabar con las revueltas. Estados Unidos y la UE refuerzan las sanciones contra Siria por la sangrienta respuesta a las manifestaciones.

- Junio. El Gobierno anuncia la muerte de 120 miembros de las fuerzas de seguridad. Asegura que han sido asesinados por bandas armadas en el noroeste de Jisr al Shughur. Las tropas cercan la ciudad y más de 10.000 personas huyen y se refugian en Turquía.

- Julio. Bachar el Asad destituye al gobernador de Hama tras una manifestación multitudinaria. Tropas gubernamentales matan a cientos de personas. Activistas se reúnen en Estambul para formar un frente de oposición.

- Agosto. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pide a Bachar el Asad que abandone el poder.

- Octubre. Se forma el Consejo Nacional Sirio, organismo que agrupa a la oposición. Rusia y China vetan una resolución de la ONU que condena a Siria.

- Noviembre. La Liga Árabe da un ultimátum a Siria y amenaza con sanciones si no acepta la presencia de observadores de la organización en el país. Desertores del Ejército atacan una base militar cerca de Damasco. Seguidores del Gobierno atacan Embajadas extranjeras en Damasco.

- Diciembre. La ONU asegura que 5.000 personas han muerto durante el conflicto. Siria permite una misión de los observadores de la Liga Árabe. El 22 de diciembre, Avaaz, una ONG británica de derechos humanos que ayuda a documentar las muertes, recopila los nombres de 6.237 víctimas, incluyendo 800 mujeres y niños y 917 miembros de las fuerzas gubernamentales.

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