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El sector de Beiras rechaza cargos en el BNG a la espera de decidir si se va

El BNG sigue en el diván. Las heridas continúan abiertas y ayer ni siquiera pudo nombrar los cargos de la ejecutiva salida de la asamblea que se celebró el último fin de semana de enero. Las responsabilidades en la dirección estarán en funciones a la espera de que el próximo domingo la corriente Encontro Irmandiño que lideran el histórico Xosé Manuel Beiras y Martiño Noriega, alcalde de Teo, decidan en su cónclave si abandonan el Bloque. Eso fue lo que, según las fuentes consultadas, pidió Beiras en la reunión de ayer: el Encontro Irmandiño no aceptará ningún cargo en la dirección del BNG hasta ver qué decisión adoptan sus militantes el domingo.

Máis Galiza, socios del Encontro Irmandiño en la última asamblea, que perdieron aunque por un estrecho margen en las votaciones internas frente a Alternativa Pola Unidade, la marca de la mayoritaria UPG, sí aceptó que la diputada Ana María Bouza asuma el cargo de viceportavoz en el Parlamento. El líder de Mais Galiza, Carlos Aymerich, rechazó por coherencia con los resultados de la asamblea, la oferta que le hizo el portavoz nacional, con el apoyo unánime de la Ejecutiva, para seguir liderando el grupo parlamentario. La nueva portavoz en la Cámara será Ana Pontón, militante de UPG y la parlamentaria más jóven del partido.El intento de la UPG de escenificar un acercamiento con las corrientes a las que se enfrentó hace 10 días en la asamblea no logró ni la continuidad de Aymerich como portavoz parlamentario -aunque éste agradeció "la oferta y el reconocimiento a la labor de portavoz" que hizo su organización- ni aleja el riesgo de ruptura en el frente de partidos. Si la escisión de Encontro Irmandiño depende de lo que decidan sus bases el domingo, el peligro es real, aseguran fuentes de esta corriente.

Máis Galiza, entretanto, ha decidido ganar tiempo y ha pospuesto su asamblea hasta la segunda semana de marzo, pero su escisión tampoco es una hipótesis a descartar, sobre todo si la corriente que lidera Beiras, su aliada ocasional en el últim congreso, acaba abandonando la formación frentista. Aymerich evitó ayer aclarar nada sobre el futuro de los suyos, más allá de subrayar que su renuncia como portavoz es una decisión personal "coherente con el resultado de la asamblea", y de agradecer a su compañera de facción, Ana Luisa Bouza, que haya aceptado ser viceportavoz. De hecho subrayó que el nombramiento de Bouza prueba que su renuncia a la portavocía es una decisión "personal" que "no tiene que ver con lo que suceda en el BNG", dando a entender que la decisión sobre una supuesta salida no está tomada.

La oferta de Guillerme Vázquez suponía reinterpretar una enmienda aprobada en la asamblea, a propuesta de la UPG, que pedía que los líderes de las distintas corrientes no ocupen cargos de representación en las instituciones. Para encontrar encaje a Aymerich, la actual dirección nacionalista estaba dispuesta a asumir que la moción aprobada hace 10 días no es de efecto retroactivo.

Cargos definitivos

Además del portavoz nacional, Guillerme Vázquez, que asume de forma provisional los cargos que ayer no se repartieron, la Ejecutiva refrendó como secretaria de Organización a Montse Prado; a Ana Pontón, como secretaria de Imaxe e Propaganda; a Rafa Villar, como secretario de Acción Social; a Francisco Jorquera, que, además de candidato a la Xunta, será secretario de Acción Institucional; a Xoán Bascuas como secretario de Acción Municipal; a Francisco García como secretario de Finanzas; y a Ana Luisa Bouza, como responsable de Coordinación das Comisións do Consello Nacional.

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