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Opel mantiene los 8.300 despidos previstos en su reestructuración

Los sindicatos acusan a la empresa de añadir 2.000 despidos y exigen un plan alternativo para Amberes

General Motors (GM) Europa ha presentado este lunes a su Foro Europeo de Trabajadores un plan industrial para Opel tras el fiasco de su venta a Magna que, lejos de acercar posiciones, mantiene la brecha entre dirección y plantilla. En resumen, Opel mantiene en 8.300 los despidos que tenía previstos y así se lo ha trasladado al comité de empresa, con quien se ha reunido en la localidad alemana de Niedernhausen. De ellos, 4.000 corresponden a Alemania, 2.600 a Amberes (Bélgica) y 900 en Figueruelas (Zaragoza). Tras la cita, los sindicatos han acusado a la empresa de añadir 2.000 bajas más en su plan de reestructuración, un extremo que Opel niega. Según la empresa, son trabajadores próximos a la jubilación que han expresado -y firmado- su deseo de abandonar. Los representantes de los trabajadores critican que el plan sigue "lleno de huecos".

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Por otro lado, la empresa ha reconocido que tuvo un plan para fabricar un pequeño todoterreno en la planta belga de Amberes, pero alega que el "drástico" cambio de la situación económica ha obligado a modificar dichos planes. De hecho, Opel anunció la pasada semana el cierre de la factoría belga. Al respecto, los sindicatos de la empresa automovilística han exigido a la matriz General Motors (GM) "respuestas concluyentes respecto al plan de la empresa y una alternativa para la ocupación de Amberes". Este punto es el que más ha tensado el ambiente en la reunión.

Un plan de 3.300 millones

Asimismo, la dirección señala que tiene una capacidad de producción de 1,5 millones de vehículos en Europa y que no prevé volver a lograr este nivel en los próximos cuatro años. Opel ha reiterado que no pretende que los gobiernos europeos asuman todo el coste del plan de reestructuración, que se eleva a 3.300 millones de euros. En este sentido, ha recordado que GM pagó 600 millones de euros para liquidar el crédito que tenía con Alemania y el pasado enero transfirió 650 millones de euros a Opel. Los ejecutivos europeos deben aportar 2.700 millones de euros. En los planes actuales no hay previsto más apoyo de GM.

El consejero delegado de Opel, Nick Reilly, pide a los representantes de los trabajadores "espíritu de colaboración" y les recuerda que les ha informado de las intenciones de la empresa desde el comienzo de la elaboración de la reestructuración. "Algunas de las medidas que tenemos que adoptar son inoportunas y duras, pero la realidad es que tenemos que actuar", manifiesta en la nota Reilly, quien insta a los sindicatos a trabajar conjuntamente con la dirección por el bien de la empresa y al objeto de "no perder más tiempo".

Por su parte, el Foro Europeo de Trabajadores Opel/Vauxhall sostiene en un comunicado que el plan de la empresa continúa "lleno de huecos" y sin responder a preguntas y exigencias fundamentales. "Las preguntas fundamentales siguen sin respuestas", ha afirmado el presidente del comité de empresa de Opel, Klaus Franz, al término de la reunión celebrada hoy en Niedernhausen y a la que, por parte española han asistido, entre otros, el secretario general de la sección sindical de UGT en Figuerelas -donde trabajan 7.000 operarios-, Pedro Bona. "Opel modifica su plan día a día a costa de su ya escasa credibilidad", ha criticado Franz, para añadir que incluso la cifra de 8.300 despidos es "una propuesta no aceptada" porque rechazan "el cierre de la planta de Amberes".

Los representantes de los trabajadores de Opel consideran que existen contradicciones en asuntos relacionados con el personal, las capacidades de producción, Amberes, el futuro de Luton (Reino Unido), la financiación, las estructuras de dirección y conflictos de intereses. Los sindicatos aseguran que los planes contemplan el recorte de 2.000 empleos más que en las cifras que GM ha dado a conocer públicamente. Contrariamente a lo que se había dicho antes, no se va reducir la cúpula directiva en un 35%, sino que se va a contratar a más directivos, y tampoco se contempla contribución alguna de la dirección a la reestructuración, añade el comunicado.

El consejero delegado de Opel, Nick Reilly, sale de la sala del hotel de Niedernhausen donde se ha celebrado la cita con los sindicatos.
El consejero delegado de Opel, Nick Reilly, sale de la sala del hotel de Niedernhausen donde se ha celebrado la cita con los sindicatos.REUTERS

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