_
_
_
_
_

"La cama tembló"

La explosión ha sobresaltado a los vecinos del cercano barrio durangués de San Fausto, separado tan sólo por una carretera de doble sentido del lugar de la explosión. "Las ventanas se han reventado, y la cama y toda la casa han temblado", ha relatado una vecina a este periódico. "Ha sido una explosión fortísima", ha añadido. Su vivienda está situada en la calle Urkiaga-Torre, la más cercana al lugar del atentado. Prácticamente toda la fachada del inmueble, de cuatro pisos de altura, ha resultado afectada por la onda expansiva, que ha arrancado persianas y roto los cristales de la mayor parte de las ventanas. Sin embargo, no se ha informado de daños personales entre los habitantes del barrio.

Las huellas de la explosión son visibles también en los alrededores de la vivienda. A escasos metros de uno de los portales, los restos de lo que parece ser el parachoques de un vehículo han aterrizado junto a un vehículo particular. Poco a poco, los vecinos se han ido reuniendo en el exterior del edificio, vestidos con ropas de andar por casa y a pesar de que no habían recibido ninguna orden de desalojo. "He llegado al portal y he salido como he podido, porque la puerta estaba destrozada", ha explicado uno de ellos. A su lado, otro joven, también vecino del inmueble, ha corroborado la impresión de caos de esos primeros momentos, pero también de alivio porque los daños personales no han sido mayores. "Cuando he salido a la carretera me he encontrado con el basurero. El hombre estaba muy asustado. No le ha pillado por pocos metros", ha relatado.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_