La autovía de Valencia a sólo 18 kilómetros de Madrid se convirtió de madrugada en una balsa. Y en ella quedaron atrapados, sumergidos, medio centenar de coches tras una tormenta. La riada ha paralizado una de las carreteras más concurridas en hora punta, un atasco monumental que, unido al de otros accesos ha ocasionado 100 kilómetros de atascos en torno a Madrid. Muy cerca de la autovía los vecinos de Rivas Vaciamadrid achicaban agua y limpiaban kilos de barro. La fuerza del agua se ha llevado parte del firme en un lateral de la autovía y por ahí se ha achicado el agua. A última hora, restablecida la circulación, continuaba la limpieza del firme.Vídeo: AGENCIA ATLAS
