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Gallardón no está para bromas

El Ayuntamiento prohíbe la venta de artículos de broma en el mercadillo de la Plaza Mayor

Ni matasuegras, ni pelucas, ni bombas fétidas... Nada que incite a reírse se podrá vender en el mercadillo de Navidad de la Plaza Mayor de Madrid, que este año abrirá el 28 de noviembre y durará hasta el 31 de diciembre. El Ayuntamiento que dirige Alberto Ruiz Gallardón pretende con esta medida conservar el espíritu navideño del entrañable bazar, que nació hace más de un siglo y cuyos puestos comienzan a montarse este mismo fin de semana. Los estantes de las 84 casetas de la plaza ofrecerán sólo pesebres, figuritas, luces, adornos, árboles...

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La decisión está tomada desde junio, cuando la Asociación Mercado Tradicional de la Plaza Mayor de Madrid llegó a un acuerdo con la junta de distrito Centro. Sin embargo, no se ha conocido hasta hoy. A cambio de su salida de la Plaza Mayor, los comerciantes podrán vender los artículos de broma en 20 casetas ubicadas en la plaza de Santa Cruz, a unos 100 metros de la Mayor.

¿Ha degenerado el mercadillo?

Aquellos que sólo tenían un puesto en el mercadillo han tenido que elegir entre vender artículos de Navidad o de broma. Eso sí, en esta situación hay sólo "dos o tres personas", según ha indicado el presidente de la asociación, Blas Calatayud. El resto tenía dos puestos. "No podemos decir que estemos contentos con la decisión del Ayuntamiento, pero tenemos que ser flexibles porque hemos estado toda la vida en la Plaza Mayor y queremos seguir estando", ha explicado Calatayud.

Y ha añadido que han pedido por carta al consistorio que a partir del 22 de diciembre puedan al menos vender cotillones y gorros en la plaza Mayor. "Para esa fecha se acerca ya los Santos Inocentes y la gente demanda ese tipo de artículos", ha explicado. Un portavoz municipal ha indicado por su parte que aún no han recibido la petición oficialmente. "Una mujer se ha acercado esta mañana al Ayuntamiento y lo ha comunicado verbalmente. Eso es todo", ha asegurado.

El mercadillo, en el que se perdió el pobre Chencho en La Gran Familia, abre de forma ininterrumpida de 10.00 a 22.00. Algunos comerciantes han considerado la medida "injusta" y perjudicial para sus ingresos, que están convencidos de que se verán reducidos. Aseguran que los artículos de broma también son una tradición en la plaza Mayor, que algunos de los puestos que los venden llevan allí varias generaciones, y temen que gran parte del género adquirido no encuentre salida en su nueva localización. Sin embargo, el presidente de la asociación cree que el mercadillo iba "degenerando" en la venta de productos que en ocasiones son "pornográficos" -ha puesto el ejemplo del 'pene saltarín'- y en otras directamente "ilegales".

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