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"Para mí es como si hubieran pasado 24 años"

Josep Bufí, uno de los empresarios catalanes secuestrado 15 días en Nigeria, habla con EL PAÍS desde Londres antes de volar a Madrid

Josep Bufí y Alonso Boj, los empresarios catalanes que han estado dos semanas secuestrados en una cabaña de la selva nigeriana, han explicado en conversación telefónica desde Londres a EL PAÍS las desventuras que ha padecido durante el secuestro. "Hemos vivido una tensión constante todos los días. Para mí, es como si hubieran pasado 24 años y no 15 días", ha dicho Bufí minutos antes de tomar un vuelo a Madrid.

Fuerzas policiales de Nigeria asaltaron, el pasado domingo por la noche, el refugio donde Bufí y Boj permanecían encerrados. "Pasamos 20 minutos de mucho miedo. Todo estaba a oscuras y era confuso. Veíamos a un montón de militares alrededor de la cabaña, pero no sabíamos si venían a liberarnos o seguía la misma historia de los días anteriores", ha relatado, cansado pero con voz tranquila y segura, Bufí. "Al final, algunos secuestradores lograron escapar, pero atraparon a dos de ellos", explica.

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Los dos hombres, felices por el esperado regreso a casa, trabajan en una empresa de envasado de plásticos de Polinyà (Barcelona). Un supuesto empresario nigeriano contactó con ellos para que les suministrase una partida de envases para productos cosméticos. La relación comercial les llevó hasta el país africano para ultimar los detalles. Pero todo fue una trampa. Nada más llegar, les encerraron en una choza. La vida allí fue dura. "Algunos días no nos alimentaron. Y otros nos daban solamente un plato de fideos o un plátano".

Ni Bufí ni Boj recibieron malos tratos físicos, aunque "las amenazas fueron constantes". Los secuestradores pretendían cobrar un rescate de 200.000 euros, que finalmente no consiguieron. "Me pusieron un cuchillo en el cuello y me amenazaron con cortarme los dedos. También me maniataron algunos días, pero ahora estamos bien".

Los primeros días, los secuestradores les permitieron "realizar llamadas a casa". Éstas estaban controladas por la policía. Después, se cortaron las comunicaciones. "Todo el mundo se ha puesto las pilas y nos ha ayudado. Y la policía de Nigeria se ha portado genial. Nos han encontrado y nos han libertado", ha asegurado Bufí en el autobús que trasladaba a los catalanes desde la terminal del aeropuerto de Londres hasta la aeronave.

"Les han engañado"

Sus familiares esperan su regreso con los brazos abiertos. Han pasado dos semanas de tensión en las que apenas han recibido noticias sobre su estado de salud. "Ahora ya sabemos que están perfectamente, pero también que lo han pasado fatal. No les han tratado demasiado bien", ironiza el hijo de Bufí desde la casa familiar, en Sabadell (Barcelona).

Bufí, de mediana edad, es gerente de la empresa Innoenvas, que exporta, a medio mundo, máquinas para envasar plásticos. Su hijo trabaja con él en la planta, ubicada en un polígono industrial de Polinyà. "Les han engañado. Han sido víctimas de un secuestro organizado", relata. Su madre y esposa de Bufí, María González, no está en su domicilio.

Tampoco está en casa la mujer del otro secuestrado, Carme Garrido: "Se encuentran muy bien", aseguraba la mujer momentos antes de poner rumbo a Madrid para reencontrarse con Alonso Boj, un "sencillo trabajador" de la empresa, de 41 años.

Los familiares agradecen "a la Policía Nacional y a los Mossos" por su intervención en el secuestro y prevén que Bufí y Boj regresen a casa mañana a primera hora, tras su paso por el aeropuerto de Barajas.

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